«Oí y vi cosas en el dogout de Industriales que NUNCA pensé podrían ser reales» Michel Contreras

Por Yasel Porto     Muchas veces se ha dicho categóricamente que la pasión por un equipo deportivo es algo a lo que nadie puede renunciar. Sin embargo, hay ejemplos que demuestran que no hay nada más lejos de esa realidad o afirmación.     Claro que habrá quienes digan que el que un día se sintió […]

Por Yasel Porto 

   Muchas veces se ha dicho categóricamente que la pasión por un equipo deportivo es algo a lo que nadie puede renunciar. Sin embargo, hay ejemplos que demuestran que no hay nada más lejos de esa realidad o afirmación. 

   Claro que habrá quienes digan que el que un día se sintió muy identificado con algo o con alguien y luego cambiaron sus sentimientos, en realidad nunca fue sincera esa simpatía. No obstante, creo que todo depende de los argumentos que esgrima cada quien sobre eso para sacar conclusiones. 

   Personalmente conozco varios casos en el deporte y propiamente en el béisbol, sobre todo de amigos o colegas que un día decidieron dejar a un lado su industrialismo para así convertirse en detractores o simplemente dejaron de hinchar por el equipo sin que ello representara el surgimiento de un rechazo considerable. 

   Miembro de este último grupo es el destacado periodista Michel Contreras, un habanero que por más de 30 años ha ejercido la profesión en los medios oficiales primero y en los llamados “alternativos” en los últimos años. 

   Al abordarlo sobre el tema de Industriales en su hogar de Santiago de las Vegas, Michel aclaró inicialmente que él no se considera un enemigo del conjunto azul, aun cuando tenga que hacerle las mismas críticas que al resto dentro de la Serie Nacional. Al mismo tiempo, dijo que ahora le resulta más fácil cuestionar decisiones o resultados individuales y colectivos con relación a aquellos años en los que era notable su amor por los conocidos leones. 

   «Yo siempre fue un gran admirador de Industriales y disfruté muchísimo aquellos campeonatos memorables como el de 1986 cuando ganaron con el jonrón de Agustín Marquetti o el doblete decisivo de Enriquito Díaz en el 2004. Muchos de sus peloteros icónicos están en mi “panteón” de leyendas del béisbol, como Armando Capiró, Pedro Chávez, Pedro Medina, Rey Vicente Anglada, Juan Padilla, Lázaro Valle, Lázaro Vargas, Javier Méndez, Germán Mesa, Juan Padilla y otros más que tanto contribuyeron a esa gran historia del equipo. Jugadores que han sido de los más mediáticos y populares de todo el país. Exceptuando a unos pocos de otros equipos, como Víctor Mesa, y algunos más, la mayoría de los jugadores más seguidos en todo el país no solo por sus méritos sino por ese carácter tan particular, han vestido precisamente el uniforme de Industriales», comenta Michel. 

   Más adelante explicó por qué y cuándo es que comenzó su irreversible proceso de metamorfosis sentimental. «Yo sufría mucho por Industriales y cuando empecé a relacionarme profesionalmente con el equipo, yendo al estadio, conociendo más de cerca a los peloteros, es que comencé a darme cuenta de cosas un poco delicadas que por ética no voy a decir, y que contribuyó a que poco a poco fuera muriendo en mí ese amor por el equipo capitalino». 

   «Me acerqué demasiado y me quemé, porque oí y vi cosas en el dogout del equipo que nunca pensé que podrían ser reales, y cuando comprobé que no sucedía de la misma forma en otros equipos como el propio caso de Pinar del Río, hizo que creciera cada vez más mi decepción por Industriales y ya con el cambio generacional de aquellos peloteros históricos todo fue cuestión de tiempo. Entonces mientras yo sufría, dejaba de comer o dormir después de una derrota, luego veía que los jugadores no actuaban igual y muchas veces la misma noche que perdían un juego importante salían a divertirse por ahí. Por tanto, me cansé de ese tipo de cosas porque yo no podía sufrir mientras el que debía estar más preocupado o golpeado hacía todo lo contrario».

   A la pregunta de lo que hablan muchos sobre que es imposible cambiar de equipo porque si se hace nunca se sintió una pasión verdadera, el popular cronista manifestó que esa es una teoría absurda porque si uno es capaz de pelearse con la mujer que se amó por mucho tiempo cómo no va a poder dejar a un lado un día un sentimiento hacia un equipo o un deportista, por muy grande que haya sido. 

   Pero, más allá de su desencanto progresivo hacia Industriales, Michel alertó de algo interesante relacionado con la trascendencia del conjunto dentro del béisbol cubano. «Independientemente de mi decepción por el equipo yo no estoy de acuerdo con esos que se oponen al señalamiento de Industriales como el equipo insignia de la pelota en Cuba. Hay que estar ciego para no darse cuenta de su grandeza, de lo que representan para este béisbol por encima de los demás, porque aunque a mucha gente no le guste, ellos significan lo mismo que los Yanquis de Nueva York en Estados Unidos. Lo cortés no quita la valiente», subrayó. 

   El polémico periodista, que ha llegado a ser catalogado como el más leído entre los que escriben sobre béisbol en Cuba, reconoció que en el plano personal su mayor simpatía en los últimos años ha estado con Pinar del Río. 

   «Siempre me gustaron los equipos de esa provincia desde que era industrialista, por su forma de juego y por la clase extraordinaria de varios de sus integrantes, con los cuales después he estrechado mucho mi vínculo. Aunque a la hora de escribir lo hago con total profesionalidad, prefiero simpatizar más con Pinar del Río porque allí no pasan las cosas que me llevaron a decepcionarme de Industriales», culminó.

Si desea ver la entrevista completa, siga el siguiente enlace a nuestro canal de YouTube.

https://www.youtube.com/watch?v=tuUonz_QUX4&t=191s

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