Por Yasel Porto
La cobertura periodística del torneo preolímpico de béisbol con sede en Florida desde el próximo lunes, tendrá una afectación significativa para la prensa, que ya comenzaron a sentirse las restricciones en el juego de exhibición entre Cuba y Dominicana.
Al partido celebrado en la noche en el Athletic Field de Fort Pierce no se le permitió el acceso a los periodistas que solicitaron su asistencia al mismo. El jefe de prensa del Comité Organizador me notificó personalmente que las credenciales no estarían listas hasta el domingo 30 de mayo, y que todo lo que se haría previo al torneo sería sin prensa y sin público.
El colega Francys Romero se personó en la instalación donde jugaron las dos escuadras caribeñas, y tuvo que transmitir para Facebook a una distancia considerable del terreno, sin poder discernir demasiado lo que ocurría en el encuentro ganado por Cuba con marcador de 9×4. El equipo de seguridad evitó un acercamiento mayor al que se ve en las imágenes que pudimos compartir anoche en el show de Swing Completo, además de que las características de este estadio pequeño estadio de entrenamiento tampoco ayudaban.
Con respecto a la competencia, habrá importantes limitaciones en comparación con lo que se ha estilado históricamente, aunque no muy lejos de lo que acontece en la actual temporada de Grandes Ligas como consecuencia del impacto de la pandemia del coronavirus.
Aún cuando los casos han bajado ostensiblemente en Florida por el impacto de la vacunación masiva, y a que se ha vuelto a la normalidad en un sinnúmero de actividades y cuestiones de la vida cotidiana, la entidad rectora del béisbol mundial junto a MLB han decidido mantener rigurosos protocolos de seguridad hacia los encargados de cubrir la justa.
Los periodistas no tendrán acceso físico ni al terreno ni tampoco a los jugadores en ningún momento del partido. La conferencia de prensa se hará al término de cada juego, pero las mismas se realizarán vía xoom como mismo ha sucedido en lo que va de campaña de las Grandes Ligas.
Todo lo demás que se logre en cuanto a valoraciones de los protagonistas, será fuera de los derechos establecidos por los organizadores.
Las medidas de seguridad de los equipos fuera del estadio son también bastante férreas, pues al menos dentro del equipo Cuba existe una prohibición de salir del hotel cuando lo que se vaya a hacer no sea algo relacionado oficialmente con el preolímpico.
Si bien el acceso al Hilton Garden no está prohibida para periodistas o personas en general, existen limitaciones para el contacto directo con los miembros del equipo, por lo que en teoría tampoco será tan sencillo conversar con ellos y sobre todo obtener declaraciones. La deserción de César Prieto es un factor que sin dudas hará más complejo el intercambio con los jugadores, y a eso hay que sumar que todos los medios y periodistas que están en el evento pertenecen a la prensa no oficialista, la cual por reglamento fue excluida de recibir entrevistas dentro y fuera de las instalaciones del INDER en la pasada Serie Nacional.
Ciertamente han salido entrevistas de peloteros cubanos dentro del hotel, pero éstas han sido realizadas por Roberto Ramírez, jefe de prensa del INDER, y quien siempre viaja con el equipo y los acompaña todo el tiempo.
Muchos consideran un tanto exageradas las restricciones para el preolímpico en función de la mejoría de la situación con el COVID-19 y a la importancia del trabajo de los periodistas, quienes son un puente fundamental entre los atletas y los aficionados. Ojalá estos últimos y el espectáculo, junto con la prensa, encontremos otras vías de desarrollo y exitoso y no sea peor el remedio que la enfermedad en sí. Nunca antes mejor dicho el refrán.