Por Gian Franco Gil
En 1978 aproximadamente 30 jugadores de béisbol de La Habana fueron sancionados por, supuestamente, estar en complicidad con apostadores para vender juegos en contra de su equipo provincial.
Entre los atletas castigados de por vida en el béisbol cubano figuran los nombres de los estelares Bárbaro Garbey y Julián Villar, dos de los peloteros con actuaciones notables en las décadas de los 60 y los 70.
Precisamente, Villar accedió a conversar en exclusiva con equipo de Swing Completo sobre lo que sucedió durante aquellos años.
«A mi me llevaron para el Departamento Técnico Investigativo (DTI), pero yo les dije que no hice nada de eso». Además, según su esposa, «no existían apostadores que los acusaran». En tanto, Julián confesó que: «estuvimos presos cerca de tres meses. Nos tenían ahí en short y camiseta. Nos sacaban a jugar pelota al flojo en el patio».
Durante el diálogo, el exjardinero de los conjuntos capitalinos se refirió a aquella decisión arbitria y sin pruebas por parte de las autoridades competentes cubanas como algo injusto. Cuando sucedió tenía 36 años y su objetivo era jugar tres o cuatros temporadas más para luego retirarse.
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Casualmente, en la contienda que lo culparon por la venta de juegos a apostadores, resultó el máximo productor de inatrapables en la Serie Nacional, con 72. Asimismo, en ese año la escuadra de Industriales terminó a un juego y medio del primer puesto conseguido por los Vegueros.
En ese contacto, también conversó sobre el conocido Bárbaro Garbey. «Cuando hablaron que yo había vendido los juegos y él también, Bárbaro vino aquí y me dijo que se iba para Estados Unidos. Yo le dije que no iba para ningún lado, me quedaba en Cuba. Entonces, él llegó a norteamérica. Siempre fue tremendo pelotero y guapo.
A parte de que era guapo, él era boxeador y no tenía miedo. Cuando comenzó a jugar allá, en uno de los primeros partidos un cubano en las gradas empezó a gritarle y a materse con él por el tema de la venta de juegos.
Cuando se terminó el choque, Garbey lo miró y le ha dado una mano de batazos, que por nada lo mata. Fíjate que vino el presidente de las Grandes Ligas vino a Cuba a saber la realidad de lo que había sucedido», aseveró Julián Villar.
Garbey viajó a Estados Unidos en el 1980, tras aprovechar la apertura del puerto del Mariel para las salidas masivas de cubanos. Después de cuatro años de sacrificio, logró un contrato con los Tigres de Detrot, equipo en el que pasó la mayor parte del tiempo en las sucursales de Ligas Menores (Doble A y Triple A).
Mientras, el 3 de abril de 1984 jugó por primera vez en la Gran Carpa. En total acumuló 110 desafíos en el primer nivel del mejor béisbol del planeta, con un promedio ofensivo de .287, producto de 94 indiscutibles en 327 veces al bate. Asimismo, logró 17 dobles, un triple y cinco jonrones.
Vea la entrevista completa en el siguiente video: