Por Juan Páez
Para nadie es un secreto que la etiqueta de Yusniel Díaz como prospecto se desgastó con los años. Año a año, se sitúa más abajo entre las mejores promesas de su organización, a causa principalmente de lesiones y de un desempeño por debajo de lo esperado. Pero ahora, saludable y en plenitud de condiciones nuevamente, podría ser protagonista entre los noveles de los Orioles de Baltimore.
Para seguir la historia de Díaz, revisemos su reciente labor. En 2018, cuando aún pertenecía a los Dodgers, era el quinto mejor prospecto de Los Ángeles. En ese momento, estaba por encima del receptor Will Smith, el infielder Gavin Lux y el lanzador derecho Dustin May, un trío que, a diferencia del cubano, ya probó las mieles de las Grandes Ligas.
Un año más tarde, en 2019, fue calificado como el mejor prospecto de los Orioles en su primer año completo con esa organización. En 2020, como señal de los obstáculos en su carrera, cayó al octavo puesto. El año pasado no dejó de caer, pues se ubicó en la duodécima casilla dentro de los oropéndolas.
La razón de esa caída en la última campaña de las Ligas Menores es que apenas participó en 65 juegos entre Doble A y Triple A. Lo peor es que promedió solo .161/.233/.265. Luego, Díaz participó en la Arizona Fall League, el circuito donde cada año se concentran por alrededor de un mes los mejores prospectos de toda la Gran Carpa. En esa justa volvió a ser víctima de las lesiones y solo apareció en siete desafíos, con buenos números, antes de perderse el resto de torneo.
Los Orioles esperan que Díaz pueda mantenerse saludable para que demuestre que no se equivocaron cuando lo adquirieron, junto con otros cuatro jugadores, desde los Dodgers a cambio de Manny Machado. Mientras se mantenga en play, Yusniel puede perfectamente ser el bateador que exhibió frecuencias de .314/.428/.477 en 59 compromisos y 264 apariciones al plato en 2018 por los Dodgers en Doble A.
De acuerdo con lo mostrado, el isleño (25 años de edad) no se poncha demasiado, recibe una cantidad decente de boletos y puede batear para promedio y respetable poder. Defensivamente, Díaz tiene la capacidad de jugar las tres posiciones del outfield, gracias en parte a un portentoso brazo. Por si fuera poco, tiene la velocidad suficiente para robar almohadillas y cubrir buen terreno en los jardines.
En el ambiente, existe la incertidumbre de si los oropéndolas saldrán o no del jardinero Anthony Santander por la vía del cambio. Un movimiento de tal calibre liberaría un cupo en el lineup del mánager Brandon Hyde, uno que podría ocupar el joven antillano.
En el 2022, Díaz protagonizará una de las historias más emocionantes e interesantes para los miembros de la armada cubana en las Menores. Veremos si, finalmente, puede explotar todo su potencial y, ¿por qué no?, hacerse con un puesto en la alineación de los Orioles. Aún el tiempo está a su favor, pero debe aprovecharlo antes de que sea demasiado tarde.