Por Darien Medina
El pasado 14 de octubre los Padres de San Diego informaban de la firma del joven lanzador cubano de 20 años Wilton Castillo y del torpedero costarricense de origen cubano Jake Correa, ambos dentro del mercado internacional.
Castillo natural de San Miguel del Padrón formó parte de preselección del equipo azul para la Serie Nacional número 59. «Fue un poco más difícil a lo que había enfrentado anteriormente, había que esforzarse más, realicé buenas salidas, hasta el último momento estuve luchando por un puesto, pero no pude integrar el equipo. Lo tomo como un período de enseñanza, me quedo con lo positivo siempre, era mi primer año, sé que podía haber tenido un poquito más de oportunidad, pero así es la vida».
Estas fueron las primeras palabras del joven prospecto cubano a SwingCompleto desde República Dominicana sobre su experiencia en los entrenamientos con la preselección capitalina.
Sus primeros pasos en el béisbol los dio en su municipio natal en la categoría 7-8 años, en estos niveles nunca alcanzaría hacer el grado a un equipo provincial y por primera vez vistió de azul para el torneo sub 23.
Su llegada a la Serie Nacional y defender a Industriales fueron los únicos motivos por lo que postergaría su salida del país.
«Desde que terminé el sub 23 tenía en la mente esa idea, pero siempre le dije a mi familia que si yo integraba el equipo de Industriales, me quedaría, quería lanzar vistiendo esa camisa en el Latinoamericano; al no lograr hacer el equipo decido irme del país por la sencilla razón de que no iba a estar un año sin hacer nada. Salí en busca de un sueño, de nuevas metas. Nunca pensé probarme a otro nivel por la razón de no haber lanzado dentro de la Serie Nacional, pero si siempre tuve la fe de que podía lograr grandes cosas», nos cuenta Wilton.
En el país caribeño dirigió sus entrenamientos con miras a las presentaciones, totalmente diferente a lo que había enfrentado en Cuba. «Aquí la preparación es más rigurosa, se trabaja más fuerte, si pones actitud y dedicación los resultados llegan rápido».
No fue un camino largo el de lograr la firma, esa que se le ha hecho esquiva a muchos de sus compatriotas. Castillo nunca temió a que no le llegara su momento. «Nunca tuve presión de no lograr el objetivo porque estaba haciendo las cosas bien en los trayouts, solamente Dios sabe cuándo es tu momento, gracias a él no fueron muchas presentaciones y el propósito llegó rápido».
Un solo tryout le bastó a la organización de San Diego para depositar su confianza en el cubano, con anterioridad ya había realizado presentaciones ante otros equipos, Los Padres lo invitaron a su academia, el resto va siendo el comienzo de una historia que puede alargarse mucho más.
Castillo ha ganado en control en sus envíos desde que comenzó su preparación en República Dominicana, este lo considera su principal virtud. «En Cuba era muy regado en los lanzamientos, he ganado en velocidad y en el comando de picheos, tengo dominio del cambio, recta de dos costuras y sinker».
Sobre el rol en el que prefiere trabajar explicó: «Me gustaría ser relevista, me siento más cómodo, voy a pitchear con más adrenalina y te concentras el doble porque se tiende a trabajar en situaciones de juego difíciles».
Sus referentes y objetivos los tienes claro, consciente de que el camino apenas comienza. «Mi principal referente es Aroldis Chapman por su dedicación y sacrificio, pasan los años y sigue rindiendo al máximo, es un ejemplo a seguir. Entre las figuras que admiro por su manera de jugar están Fernando Tatis Jr., Ronald Acuña , Luis Robert, Yulieski Gurriel. Quiero trabajar duro para llegar a las Grandes Ligas, pero primero paso a paso, subiendo escalón por escalón y sacrificándome».
En este largo y difícil camino, como el mismo lo reconoce, disfruta de este momento consciente de que llegarán grandes cosas, por lo que serán importantes el sacrificio y la entrega.
«Quiero agradecerle a todas las personas que de una forma u otra han aportado un granito de arena en mi carrera deportiva y fuera de ella también y siempre confiaron en mí. A todos los entrenadores desde mi comienzo hasta mi salida de Cuba, que me enseñaron un poquito, muchas gracias por todo, quiero que se sientan parte de cada triunfo que Wilton Castillo logre en esta vida», así concluyó.