Por Robiel Vega/@RobielVega

Cuando todos dábamos por perdida la posibilidad de medalla de uno de los favoritos al título de varias revistas especializadas, el santiaguero Rafael Alba, llegó la alegría en la mañana cubana y por fin, después de una sequía inicial, llegó la primera presea para la delegación cubana. El taekwondo cubano sube al podio y lo hace en la tercera posición.

Tras un decepcionante primer pleito ante el macedonio Dejan Georgievski, donde el doble campeón mundial cubano cayó 11-8 y se vio, además, falto de iniciativa y de coordinación en sus movimientos; el santiaguero logró avanzar al repechaje y a partir de ahí la historia cambió.

Si bien en su primer combate, ya para el tercer asalto, logró cambiar la cara, sobre todo en el primer minuto del mismo, no supo, o no pudo, completar la remontada y a falta de un buen golpe a la cabeza de su rival para igualar o irse arriba, cayó reñida y sorpresivamente, mientras ya todos dábamos por esfumada la posibilidad de presea.

Pero lo inesperado ocurrió, el macedonio avanzó hasta la final y esto le dio la posibilidad a Alba de incluirse en la repesca en busca de una medalla bronceada. En primera instancia derrotó 8-2 al marfileño Seydou Gbane, con lo cual garantizó su presencia en la discusión de la ansiada medalla.

Su rival entonces fue el chino Hongyi Sun y finalmente vimos de lo que es capaz nuestro doble campeón mundial. Sun era un contrincante de una envergadura física tremenda, difícil, pero el santiaguero sacó todo su arsenal para poco a poco ir ganando terreno. Un primer asalto exploratorio, donde Alba llevó la ventaja por una amonestación al representante del gigante asiático, precedió a su mejor round en todo el torneo olímpico, donde pudo sacar ventaja de 4-2 y la que, a la postre, le diera la victoria.

Sun, presionado, salió a forzar en el tercer asalto y logró recortar ventaja, pero el cubano supo aguantar y mantener el margen alcanzado en los dos primeros asaltos y, aunque cayó 2-0, se alzó con el metal bronceado tras vencer en el pleito con marcador final de 5 puntos por 4.

 Quiso la vida y el deporte darle una segunda oportunidad a Alba, sin dudas el mejor representante de este deporte en nuestro país en el último lustro. Tras un fracaso estrepitoso en Río y una primera pelea para el olvido, Alba puede presumir de haber obtenido una medalla olímpica. La primera de su delegación en estos juegos.

Muy sufrida, pero igualmente disfrutada.

Por el momento es todo sobre los Juegos Olímpicos, ya nos veremos en la próxima.