Por Robiel Vega/@RobielVega
Randy Arozarena en tarde de gala, comandó el ataque de los Rays ante los Angelinos, que terminó en paliza de 13 carreras por 3. Randy rayó la tarjeta por partida triple, además de embasarse una cuarta vez por boleto, anotó 3 carreras y remolcó una, siendo pieza clave en la victoria.
Randy llevaba 8 turnos al bate de manera consecutiva, conectando el último el pasado día 22 y en su primer turno, falló nuevamente, en rolling al box. Parecía que el slump continuaría, pero la molienda comenzaría en la tercera, con cañonazo al central, para luego anotar remolcado por sencillo de Joey Wendle, en ese momento el partido se puso 3×3.
En la cuarta, el pinareño despachó su tubey número 13 de la temporada, en línea al jardín izquierdo, para volver a pasar por la registradora empujado por indiscutible de Ji-Man Choi, ya para ese entonces, el choque favorecía cómodamente a los de Tampa 7×3.
Abriendo al “lucky seven”, Randy recibió boleto y una vez más pisó la goma, nuevamente traído para el plato por Ji-Man Choi y en esa propia entrada, disparó hit remolcador que puso cifras definitivas al partido.
Con la casa llena y en conteo de una bola sin strikes, Randy diparó un roletazo potente, muy cerca de la raya de tercera, el antesalista Antonhy Rendón logró atraparla en el límite de la media luna, sitio desde el cual intentó, infructuosamente, sacar out a las veloces piernas del vueltabajero.
Randy logró salir del mal momento ofensivo, aunque hay que seguir observando su rendimiento, pues en sus últimas 8 presentaciones, ha conectado de hit en sólo 3 partidos, casualmente, en todos ellos, ha conectado 3 imparables, en ese lapso batea de 31-9 (290).
El cubano rompió una racha de 6 partidos en los cuales no anotó ni remolcó carrera. En este minuto, retomó el liderato entre los nacidos en la isla, con 48 anotadas, una más que Yordan Álvarez, mientras que con 38 remolques, mantuvo la quinta posición. Finalmente, terminó con línea ofensiva de (.266/.346/.426/.771) (AVE/OBP/SLU/OPS).
Para concluir, les dejo el momento en el que Randy trajo para el plato la última carrera del encuentro: