Por Guillermo Sánchez
Desde que los chicos comienzan a incursionar a los pocos años de edad en el beisbol siempre se les dice que deben tener claro los fundamentos básicos de la pelota: saber coger las pelotas, los tiempos para fildear y hasta como correr las bases, entre otros.
Lanzar, batear, capturar y correr, los cuatro verbos que se enseñan desde pequeños. Son precisamente los chicos quienes ven en figuras ya consagradas como Aaron Judge, Yordan Álvarez, Miguel Cabrera y hasta Randy Arozarena, ejemplos a seguir en pro de aprender las técnicas para colocarlas en práctica en su debido momento.
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Precisamente el cubano nacionalizado mexicano y jardinero izquierdo de Tampa Bay Rays, en la jornada de ayer de su equipo frente a New York Yankees, mostró uno de esos principios básicos: «Ante cualquier batazo nunca te rindas ni dejes de correr».
Con el compromiso en ese entonces 3×0 favorable a Nueva York, Randy Arozarena tomaba turno por segunda vez frente a los lanzamientos de Gerrit Cole con dos outs en la pizarra y compañero (Yandy Díaz) en la primera base.
Tras conteo de 1-0, el derecho de Yankees le envió una curva de nudillos a poco más de 84 millas por hora al cubano, este haría un contacto relativamente suave a 81 MPH que se convirtió en un rodado a tercera base a la pradera que cubría el venezolano Oswaldo Cabrera, un batazo complicado por lo que el pinareño «Le puso piernas» para llegar a la primera base, el infielder tomó la bola, lanzó a primera y por un mínimo espacio de tiempo el corredor quedaría safe.
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Esto para muchos sonará pírrico y poco relevante, pero es exactamente lo que un jugador debe hacer por incontables motivos, entre ellos, la cantidad de chicos que ven sus compromisos por TV o en el propio estadio.
Randy Arozarena desde el V Clásico Mundial de Béisbol implantó la «Randymanía» en el corazón de niños y adultos de México, Cuba y de cuanto país ame este maravilloso deporte; es por ello que estos mínimos esfuerzos por hacer las pequeñas cosas se le agradecen.
¡Enhorabuena Randy, sigue así, vas muy bien!