Por Andy Lans García
Cuando un lanzador logra una lechada o un no hit no run en estos tiempos, se genera un aspaviento enorme en prensa y afición, y no es para menos, puesto que sin importar contra que equipo sea, estos juegos requieren una exigencia mental y física que no todos pueden alcanzar.
En 1965, precisamente un 28 de diciembre, sin la existencia de una reglamentación de cantidad de lanzamientos por juego, Tomás Aquino Abreu logró una marca impresionante para cualquier pelota del mundo.
Ese día en el Guillermón Moncada se dieron cita Centrales y Orientales para dar continuidad a la V Serie Nacional de Beisbol. Aquino Abreu caminó el partido sin dificultad las primeras nueve entradas, pero el empate a cero en la pizarra le obligaba a seguir.
En la entrada 20, el lanzador cienfueguero de San Fernando de Camarones fue sustituido tras 19.1 innings de actuación. La victoria de Orientales 1×0, tras dejar al campo a Centrales, pasó inadvertida ante el récord de más episodios trabajados en un choque, sin permitir carreras.
Rogelio Letusé La O, en su obra Aquí se habla de grandes. Tercer inning resalta que en una conversación con Asdrúbal Baró, entrenador de Aquino, este le confesó que Aquino no sintió dolor en el brazo en ningún momento del encuentro, razón por la cual no lo quitó.
Letusé, testigo presencial de la hazaña, quedó impresionado a sus 12 años de edad. Cuenta que Aquino se basó en “curvas corticas”, rectas pegadas y un estricto control para liquidar a sus rivales.
Tiempo después, en enero de 1966, los diamantes le reservarían a Aquino una entrada especial en la gloria beisbolera. El día 16, el cienfueguero sacó 27 outs sin permitir imparables ante Occidentales en el estadio Augusto César Sandino. Nueve días después, el 25, congeló de igual manera los bates de Industriales en el Latinoamericano.
De esta forma, Aquino consiguió los dos primeros no hit no run en Series Nacionales. Por si fuera poco, de forma consecutiva. ¿Habrá algún lanzador en nuestros clásicos capaz de lanzar tres cero hits cero carreras en línea?
Anteriormente, en 1938, el ligamayorista de los Rojos de Cincinnati Johny Vander Meer había logrado dos cero todo consecutivos ante los Bravos de Atlanta y los Dodgers de Los Ángeles respectivamente.
Inaugurador de nuestras Series, Aquino Abreu se retiró en la temporada 1974-75. En 14 temporadas, inició 146 juegos de los que completó 46; ganó 63 y perdió 65, completó 15 lechadas. En 1116 entradas le batearon apenas para 209, su PCL quedó en 2,26.
Con la franela de las cuatro letras, sobresalen sus actuaciones en los Centroamericanos de Kingston y San Juan, sin embargo en los Panamericanos Sao Paulo 1963 obtuvo el liderazgo de picheo al maniatar al equipo brasileño en dos ocasiones (18 innings, PCL: 0,50).
A más de 50 años de sus sensacionales registros de finales de 1965 y principios de 1966, parece desvanecerse su recuerdo a medida que se intensifica el valor de su proeza.
Una proeza muy dificil de igualar y aún mayor de superar en cualquier nivel del beisbol.
aquino y huelga los mejores piches de cuba y alarcon
Excelente articulo de Andy para recordar una hazana del pitcheo en la isla que tal vez pueda tomar siglos en ser igualda, especialmente en la situacion ruinosa actual.
Tomas Aquino Abreu, un lanzador estelar de las decadas de los 60 y 70, que siendo relativamente diminuto y de baja estatura, sin una velocidad como la de Juan Perez Perez ni siquiera como la de Huelga, tenia una extraordinaria capacidad para mezclar sus lanzamientos y estar siempre encima de los bateadores en los conteos. El villareno fue efectivo y ganador hasta 1971, con 35 anos, aunque se retiro a los 39. Era nino cuando lo vi lanzar en sus ultimas temporadas, cuando las lesiones (y la edad) empezaron a limitar su efectividad.
Esos lanzadores de la primera mitad del siglo XX y algunas decadas posteriores se preparaban para trabajar los 9 innnings en rotaciones cada 4 o 5 dias, tanto en las ligas cubanas como en las de EEUU. Aquino supero las 100 entradas en 4 temporadas (1964, 1967-68, 1968-69, 1973) en un periodo en que el numero de juegos de las SN cambiaba practicamente cada ano, pero que nunca supero lo 99 juegos. Y aunque en GL se fue transicionando al trabajo especializado de relevistas y cerradores desde principios de los 70, ha tardado decadas en ser entendido y bien practicado por los directivos beisboleros scoialistas.
Un articulo titulado «Aquino Abreu» del inolvidable historiador y linguista Peter C. Bjarkman y que puede ser encontrado en el web site de la Society for American Baseball Research (SABR) complementa el homenaje del articulista.
Un detalle, uno de los no hit no run que Vander Meer dio 1938 en realidad fue a los Boston Bees, un equipo que jugaba en el Braves Field en Boston, que es ahora el Nickerson Field de la Universidad de Boston. Ese equipo cambio de nombre varias veces hasta que llego a Atlanta en 1966.
Perhaps Abreu’s greatest outing was actually the one that preceded his pair of no-hitters. That was the marathon game on December 28, 1965 – at the time, it was the longest in Cuban League history. At the Sports City Park in Santiago, Abreu took the hill against Orientales and shut them down for 19 innings. The four opposing pitchers were just as effective, though, and the scoreless contest stretched on for more than four nail-biting hours. Abreu struck out 13, while allowing 12 hits and walking seven. But he gave up the game’s lone run with one out in the home half of the 20th. Elpidio Mancebo doubled, and after an intentional walk to set up a possible double play, Aquino faced his 76th batter, Gerardo Olivares. Olivares finally ended the affair by slapping a single to right.
Le pido a swing completo promocionar más estas indiscutibles proezas inigualables sin dudas. Aquino excelente persona y excelente atleta.Irrepetible