Por Aliet Arzola Lima
Como sucedió el pasado fin de semana, Reinier León fue el héroe de Pinar del Río contra los Gallos de Sancti Spíritus en el quinto partido de los cuartos de final, en el que los Vegueros se llevaron la victoria (10×9) en once entradas y dejaron a los pupilos de Eriel Sánchez al borde del precipio, obligados a ganar dos juegos seguidos en el parque José Antonio Huelga si no quieren marcharse a casa sin nada en las manos por enésima vez.
León, inicialista improvisado de los vueltabajeros, decidió un choque de muchas altas y bajas, en el cual los dos equipos tuvieron la victoria en sus manos, pero no lograron conservar sus respectivas ventajas durante las primeras nueve entradas. Solo en extrainnings se inclinó la balanza a favor de los pativerdes para delirio del Capitán San Luis, donde se colocaron a un paso de meterse entre los cuatro grandes de la Serie Nacional por trigésimotercera ocasión en la historia, contando los resultados de Vegueros, Forestales y Pinar del Río.
El duelo, una maratón de casi cinco horas, comenzó con ventaja para los anfitriones por sendos remolques de Yasser Julio González y Juan Carlos Arencibia contra el abridor Ariel Zerquera, quien no tuvo la mejor de sus tardes. No obstante, una gran faena monticular del relevista José Luis Braña (llegó a retirar a 14 rivales de forma consecutiva hasta el séptimo inning) le dio aire a los Gallos, que lograron darle la vuelta al marcador.
En la quinta entrada fabricaron un racimo de cinco carreras con imparables de Yoandy Baguet, Dismani Ortiz, Moisés Esquerrés, Rodoleisi Moreno y Daviel Gómez, los cuales se combinaron con un elevado de sacrificio de Yunior Ibarra y un error de Pedro Luis Dueñas sobre batazo de Yunier Mendoza.
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Después, Daviel Gómez sumó otras dos anotaciones a la cuenta espirituana con un jonrón que encontró un compañero en circulación. Esa conexión enfrío las gradas del Capitán San Luis, donde todos parecían resignarse con la ventaja de los Gallos y el gran trabajo de Braña, pero en el séptimo se encendió la mecha.
En un abrir y cerrar de ojos, Pinar del Río activó su versión de equipo campeón y bombardearon a la tropa de Eriel Sánchez, cuyos lanzadores no encontraron la manera de frenar el vendaval. Con bases llenas, Roidel Martínez remolcó las dos primeras del inning y metió el diablo en el cuerpo a los espirituanos, que muchas veces han visto esfumarse ventajas considerables en postemporada.
Los peores presagios se confirmaron cuando Reinier León pegó sencillo al izquierdo y puso la pizarra 7×5, dejando a dos corredores en base y William Saavedra en turno. No podía ser más sombrío el panorama para el relevista Yankiel Mauri, quien se vio desbordado y eso se paga caro.
Saavedra, viejo lobo, cazó un envío de Mauri al centro y despachó un soberano lineazo que en menos de un segundo voló por encima de la valla del bosque izquierdo. El jonrón de tres carreras puso el marcador 8×7, y enseguida Yasser Julio González remató la faena con otro vuelacercas en solitario.
Tras ese racimo de siete carreras, el mentor Alexander Urquiola se cubrió las espaldas y mandó a Erlis Casanova, uno de sus mejores abridores, a intentar sacar los últimos seis outs del choque, aprovechando también que los Gallos estaban en el suelo. Sin embargo, no hay nada escrito en esta pelota cubana, que depara las más increíbles sorpresas.
Sancti Spíritus, un equipo que tradicionalmente no ha tenido capacidad de reacción ante situaciones de este tipo, volvió a silenciar las gradas del Capitán San Luis. Contra todo pronóstico, sacaron las espuelas e igualaron las acciones, aunque auxiliados en la defensa pinareña, que cometió cuatro errores en el pleito.
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En el octavo, frente a Casanova, se embasaron por sencillos Rodoleisi Moreno y Frederich Cepeda, mientras Daviel Gómez recibió boleto y se llenaron las bases con un out. En esa circunstancia, Carlos Gómez remolcó una con roletazo al cuadro y el empate entró por un error en tiro de Pedro Luis Dueñas en la misma jugada.
Con abrazo en la pizarra (9×9), Casanova y Yanieski Duardo, último relevista de los Gallos, se enfrascaron un pequeño duelo que duró un tres entradas, hasta que Reinier León decidió el pleito a la altura del inning 11. El patrullero, reconvertido en inicialista más por necesidad que por convicción, pegó un largo batazo con hombre en segunda y dos outs que finiquitó las acciones.
León trabajó muy bien un turno crucial. Al principio, parecía desconcentrado por un medio swing que el árbitro Ariel Díaz cantó strike, pero el manager Alexander Urquiola salió a tranquilizarlo y a partir de ahí recobró el enfoque. Supo batallar y esperar por su bola, para despachar una larga línea entre el jardín izquierdo y el central, con la cual remolcó su segunda carrera de la tarde.
Tras el triunfo, Pinar del Río se marcha a Sancti Spíritus con ventaja de 3×2 en el play off, por lo que solo deben buscar una victoria en el patio de los Gallos, nuevamente contra la pared.