Ricardo Miranda: «Sí difícil era estar en Industriales imagínate el Equipo Cuba»

Por Darien Medina Bonilla

Ricardo Miranda, fue un pelotero al que las coincidencias no le dejaron brillar del todo, existen coexistencias que son malditas, que te restan potencialidad o sencillamente te convierten en un personaje secundario, algo que duele mucho más cuando sientes que lo tienes todo.

En su paso por el béisbol nunca fue expulsado a ningún nivel, se sintió admirado por sus compañeros de juego, se pueden contar las veces que fue abucheado en el Latinoamericano.

Le gustaba jugar, tuvo que adaptarse a posiciones en la que no se destacaba con el mismo rendimiento que en la receptoría. Siente que no le dejaron demostrar todas las habilidades que Ricardo Miranda tenía en su posición.

Ganó tres campeonatos nacionales, es un admirador confeso de Pedro Medina, para él los Metropolitanos eran los Industriales vestidos de rojo. Ve en el béisbol al verdadero deporte rey por los valores que crea y la manera en que conduce a los jóvenes.

Abandonó el béisbol cuando no entendió que tuviese que estar discutiendo el puesto de 4to receptor con Metropolitanos.

Antes pasó por la liga holandesa de béisbol y para cerrar participó en el campeonato de Ecuador como jugador tras su llegada a ese país en el 2009, luego de recibir una invitación para brindar asesoría técnica.

un hombre agradecido, desde la distancia sigue recordando su paso por los Industriales, tiene fe en ese título que se sigue prolongando.

Ricardo Miranda es un hombre de palabra fácil Ricardo Miranda, esta entrevista nació en el inicio de una madrugada donde la carga de los celulares lo traicionó en varias ocasiones, pero se impuso la voluntad.

¿Por qué El Miro?: Desde mis tiempos en Metropolitanos me apodó así un amigo mío, Ángel Parra que siempre me decía Miro para acortarme el apellido y así se quedó como un apodo que me identificó a la hora de jugar sobre todo para los narradores de la emisora COCO que transmite los juegos de Industriales. Por la televisión si me llamaban por mi nombre y mi apellido.

Ricardo Miranda jugó 13 series nacionales para los equipos de la capital, su abuelo Francisco Javier Toledo Campo participó en la pelota profesional cubana y fue el hombre que llevó a Miro de la mano al béisbol: Mi abuelo jugó con los equipos de La Habana y Almendares, viajó al extranjero y jugó todas las posiciones, llego a ser árbitro, luego tuvo problemas en sus piernas por lo que tuvo que retirarse. El me incito mucho, sobre todo a que le perdiera el miedo a la pelota en los juegos del barrio, siempre se sentaba en el portal a mirar como jugábamos.

Una  de las anécdotas que más recuerdo es que un día estando en la calle jugando con los demás muchachos me parte la boca una pelota dura de cuero y el antes de decirme que no jugara más, lo que hizo fue incitarme de nuevo a que siguiera jugando. Yo era el receptor en este juego en la cuadra y me obligó a que siguiera en el juego sin careta.

A partir de ahí un señor que era árbitro en ese tiempo en el municipio y en las provinciales me llevó al área especial donde trabajaba el entrenador Ciro Perera que aún vive y que tanto lo recuerdo. Luego tuve la oportunidad de comenzar en la escuela de iniciación deportiva, en este caso la pre EIDE de Playa donde conocí a varios compañeros que después se convirtieron en jugadores de Industriales y Metropolitanos.

Yo no tuve ese seguimiento de mis padres, no era el niño a quien  llevaban a las áreas especiales, me fui formando yo solo, con la ayuda de mis entrenadores y continué mi carrera deportiva por el municipio.

Participé en las Series Provinciales, formé parte de  la academia de La Habana, fui miembro de la selección juvenil, participamos en un torneo nacional en Ciego de Ávila cuajado de muchas figuras como Germán Mesa, Luis Alberto González y Luis Puente que era el otro receptor y muchos otros jugadores que estuvimos en ese tiempo.

Tras ese torneo juvenil Miro es llamado a la preselección nacional que participaría en el mundial de la categoría de ese año: Me tocó jugar en la misma época de Omar Linares, Germán Mesa, Eduardo Cárdenas, José Ibar, jugadores que eran insignias. En ese período había dos receptores que se llamaban Vicente Ríos y Luis Puente, jugué pero no era titular.

¿Se amilanó?: En ese momento yo me iniciaba y cuando estás rodeado de muchas figuras, de repente no cabes en un equipo por H o por B. Aquello no me amilanó, yo sabía que la competencia era fuerte entre todos los jugadores.

No me sentí mal, eran mis inicios a nivel nacional hasta que me llamaron para Metropolitanos donde tuve la suerte de poder jugar un poco más, tenía mucha competencia en mi posición.

Lo del Mundial no me afectó porque yo sabía que tenía que demostrar un poco más, por mi constancia fui llamado a la serie nacional hasta llegar a las 13.

Antes de formar parte de Metropolitanos, estuvo en la serie provincial a la que le debe muchísimo: Me formé en el municipio Playa con grandes amigos, en aquel tiempo había mucha rivalidad entre todos los municipios y este era uno de los que tenía buenos peloteros, de ahí salieron Pablo Miguel Abreu, Armando Ferreiro, Javier Méndez y Jorge García.

Participaron otros que no avanzaron mucho en su carrera, como Vizcaíno y Fabré. Todos no pudieron llegar, hay otros que si se mantuvieron  y llegaron a la Serie Nacional, ya luego se incorporaron Carlos Tabares, Alexander Mayeta y Torriente.

Nos convertimos en un equipo integrado casi completamente por jugadores de series nacionales lo que dio mucha rivalidad junto con otros equipos como Boyeros, que en aquellos años era el conjunto a derrotar.

Le debo mucho al municipio Playa, a mis entrenadores y a todos con los que aprendí. Por eso es importante la base y la necesidad de tener buenos profesores, darle seguimiento a estas áreas  hasta llegar a los centros deportivos donde se puedan desarrollar con profesores de mayor nivel y otros que sin ser graduados pero si con mucho conocimiento.

No se sintió Miro con suerte, coincidir en época con tantos nombres, siente que le quitó protagonismo: No tuve mucha suerte para ser regular en los equipos, a pesar de que bateaba y me caracterizaba mucho por mi defensa, que era buena pero no al punto de ser catalogado como un quécher defensivo.

Pienso que lo pude haber sido más todavía, pero eran tiempos que el que bateaba jugaba, yo lo que quería era jugar, por eso me ubicaron varias veces en muchas posiciones.

Siempre tuve a un receptor al lado mío defensivo, por lo que tenía que turnar en la receptoría.

En 1986 llega a la serie nacional con los Metros, ¿jugaban para competir o tan solo para desarrollarse y llegar a los Industriales?: Al principio la idea con los Metros era que como habían tantos peloteros se vieron en la obligación de mantener dos equipos, ya luego se convirtió en un conjunto escuela, donde salían jugadores de los juveniles y pasaban a formar parte de Metropolitanos que era donde estaban las figuras jóvenes que no podían jugar en los Industriales por el elevado nivel que había ahí.

Por eso muchos jugadores que eran talentos  comenzaron ahí.

Algunos jugadores no jugaron con los Metros en el inicio de su carrera como son el caso de Carlos Tabares y Lázaro Vargas que fueron directo a los Industriales.

Tenías que tener mucho nivel para que siendo joven pudieses llegar directo a Industriales y a la vez mucha suerte porque no era fácil integrar este equipo con tantas figuras de renombre y calidad en aquellos años en que todavía jugaban Pedro Medina y Agustín Marquetti.

Jugar con Metros a parte de escuela para nosotros fue muy grande, porque tenía mucha calidad. Siempre existió el reto de ganarles a los Industriales porque queríamos demostrar que teníamos nivel, creamos nuestra afición y para nosotros eso fue determinante.

Era difícil hacer un equipo Cuba, hasta integrar un equipo a la Serie Nacional de la capital era complicado, no pensemos que en Metros se escogían esos jugadores porque ya no había más, se quedaban en la academia y teníamos otros en la liga de desarrollo.

Fue una experiencia muy grande jugar con Metros, estuve 5 temporadas en ese equipo y las otras 8 con Industriales. Mi última serie fue con Metropolitanos por eso le debo mucho. Siempre recuerdo a Raúl Reyes y Agustín Alonso al llegar Juan Padilla ya yo había terminado.

Llegar a los Industriales, ¿coronación de su carrera?: Llegué a Industriales en la temporada 1991/1992. Mi primer año fue con Jorge Trigoura, tuve la suerte de ganar ese campeonato contra Henequeneros en el Victoria de Girón. Tuvimos una buena Serie Nacional.

Ese llamado a los Industriales coincide en un tiempo que se venía de perder un campeonato, se había ganado en el año 1990 con Servio Borges, ya en el 1991 no fue así con el Coco Gómez y en el 1992 al ser llamado Trigoura  tuve la oportunidad de ganar el título.

Estuve también bajo la dirección de Pedro Chávez, Pedro Medina y mi último manager fue Guillermo Carmona en la temporada 1998/1999.

Pensé  que todavía podía llegar un poco más lejos en lo que eran mis aspiraciones de poder representar la selección nacional, era muy difícil sinceramente hacer un equipo Cuba. ¡Bastante Difícil!

Los equipos Cuba: La meta siempre ha sido llegar a la selección nacional, pero llegar a Industriales y después ser figura era ya un paso para poder representar al país en nuestra selección nacional.

Si difícil era llegar a Industriales imagínate llegar al equipo Cuba, cuando en mi posición había uno por cada provincia, y yo siendo segundo cácher a veces hasta el 3ero, me era bastante difícil.

No tuve la suerte de poder llegar a una preselección ni equipo Cuba A, si pude participar en centroamericanos universitarios, en los torneos de clubes campeones que se hacían en México, también participé en el torneo de Rotterdam con un equipo Cuba B, donde los receptores éramos Ariel Pestano que comenzaba en ese tiempo y el santiaguero Luis Enrique Padrón.

Recuerdo que era una selección cuajada de muchas figuras de La Habana y Santiago de Cuba, el manager era Antonio Muñoz, fue ese el equipo Cuba donde estuve más cerca de llegar principal.

Volvemos a los Industriales, ¿el peor momento con ellos?: Con Industriales tuve momentos buenos y momentos malos, la oportunidad de jugar varios playoff y una mala etapa en 1997 el año de Pedro Medina, que perdimos, jugué los 90 juegos de la clasificatoria.

Luego caímos en los playoff, siendo uno de los peores momentos que en lo colectivo he tenido.

Otra anécdota de estos malos momentos en lo personal está relacionada con  Pedro Luis Lazo, él era abucheado en el Latinoamericano, le gritaban bastante, tenía la característica de lanzar rápido, no solo en cuanto a la velocidad de los lanzamientos, hablo de la secuencia de su picheo, con el tenía que estar bien preparado para para batear y si no lo estabas le tenías que pedir muchos tiempos a los árbitros, y a veces no te lo daban, lo que hacía él era eso, quitarte la calma que se debía tener en ese momento.

Recuerdo un juego que no era de playoff,  perdíamos contra Pinar del Río y Pedro Luis Lazo me había dado dos ponches ese día y en la última oportunidad al bate mía y del equipo vengo después de que Lazo prácticamente a propósito le lanzara mal a Vargas, Javier y  Padilla, al punto de llenar las bases para que yo llegara.

Normalmente cuando un lanzador está descontrolado no se le debe hacer swing al primer lanzamiento, y como yo sabía que él quería lanzarme hice lo contrario, le conecté a una slider al centro de home, le pegue bien a la bola pero de frente al torpedero, forzaron en 2da y ahí se acabó el juego.

Para mí fue el momento más difícil porque en vez de Lazo ser el abucheado por el público fui yo. No sabía por dónde salir del estadio, siempre los fanáticos te esperan afuera para felicitarte, para verte y saludarte, pero yo no me pude ir con la guagua del equipo, me fui a pie.

En aquel tiempo no teníamos hospedaje, nos quedábamos en la casa por lo que tuve que irme desde el estadio (Cerro) hasta Playa caminando, todo porque yo sentía a la gente hablando del juego, se preguntaban ¿por qué Miranda le tiró al primer lanzamiento? ese día no dormí, al siguiente veo el noticiero deportivo y el tema era el mismo.

De manera colectiva, tuvimos aquella derrota contra Santiago de Cuba cuando nos dirigía Guillermo Carmona, prácticamente yo fui el último out del juego contra Norge Luis Vera, toda la afición esperando a que empujara las carreras y no se dio, eso para mí repercutió negativamente.

El mejor momento: Todo el mundo sabe de aquel playoff en que tuve que entrar luego de una lesión del receptor regular, que en ese momento era Francisco Santiesteban y se puede decir que me tiré el equipo al hombro con mi bateo oportuno y defensivamente tuve buena actuación, aquel batazo famoso contra Villa Clara en su estadio.

Esa ha sido la mayor satisfacción que he tenido en mi carrera deportiva, hay batazos que marcan al pelotero.

Lanzadores con los que trabajabas más cómodos y los que se te hacían más difíciles: El lanzador más cómodo para yo trabajarle era Heriberto Collazo, una por su condición de zurdo, otra por su buen control y que la tiraba donde la pedía, me era más fácil para tirar a segunda base y nos entendíamos muy bien.

Otros eran Luis Alberto González, que nos conocíamos mucho, Lázaro de la Torre y Lázaro Valle. Trabajé con muchos y siempre se me va a quedar un nombre.

El más difícil, Pablo Miguel Abreu a pesar de que comenzamos juntos se me hacía el más complicado, me costaba mucho trabajo recibirle ese lanzamiento en curva que él tenía y por su velocidad.

Con Lázaro Valle tenía que estar muy atento, tiraba muy rápido y contaba con un rompimiento de slider que constantemente te mantenía activo.

Hay lanzadores a los que uno como receptor los entiende mucho mejor porque se conocen de tan solo mirarse a los ojos y ya sabes lo que quiere lanzar el o sabía que quería pedir yo.

Desde la distancia Ricardo Miranda nos da su opinión sobre el estado de la pelota cubana actual: Sinceramente a pesar de amar tanto la pelota, no soy como otros jugadores que la ven o siguen los  juegos por la televisión, por mi trabajo no tengo suficiente tiempo para dedicarme a eso. En realidad no soy de ver pelota.

Me encanta jugarla, enseñarla, te digo esto porque nunca he estado en ninguna polémica dando opiniones con respecto al sistema de la pelota cubana, pero gracias a tu pregunta, como he estado en diferentes épocas la calidad del béisbol para mí tiene mucho nivel y talento, pero si me preguntaras que le falta en sentido general son más condiciones para los jugadores que no tengan preocupaciones para jugar.

En nuestro tiempo jugamos sin importarnos nada, cualquier cosa que nos afectaba psicológicamente nosotros nos imponíamos sobre ellas.

Actualmente los jugadores tienen mejores condiciones no solo por hospedarse en hoteles, mejor transportación, si no por las oportunidades que tienen.

Por su calidad y rendimiento pueden integrar la selección nacional, llegar a Industriales y más posibilidades de darse a conocer y de no pasar desapercibido.

Lo que se debe hacer es mantener el rose internacional, tratar de jugar con equipos de más nivel, tener en un año una preparación donde se pueda mejorar un poco el trabajo técnico-táctico y la concentración sobre todo.

Que los jugadores más jóvenes tomen más oficio, sean más estudiosos cada uno en su área y sobre todo si tuviesen un poco más de tecnologías todavía se pudiera ampliar mucho más estadísticamente, sacar mucha más métrica a la hora de resumir, en que situaciones batea, en que cuenta batea, que el entrenador sepa decirle al bateador mira tú tienes que batear en conteo, no puedes tirarle al primer lanzamiento, tu frecuencia cuando bateas en conteo tiene más efectividad que cuando tú te apuras o le tiras a lanzamientos malos.

Actualmente Miranda se desempaña como Jefe de la Unidad Técnica, de la Federación Peruana de Béisbol, es el encargado de la parte deportiva en cuanto a la planificación de los eventos: Agradezco toda la confianza que me ha dado la junta directiva, incluyendo a su presidente Víctor Javier Ramos por tenerme a cargo del mando de lo que es el staff técnico de nuestras selecciones.

Con anterioridad había ofrecido sus experiencias en Ecuador: En el tiempo que estuve en Ecuador era una etapa en que necesitaban bastante apoyo o colaboración. Se hace complicado en países sin esa tradición beisbolera. Casi todas las federaciones de estos países de Suramérica tienen que apoyarse en la colaboración de técnicos extranjeros.

En esa etapa nos tocó pertenecer al staff de los técnicos que están dentro de los clubes afiliados a la Federación Ecuatoriana de Béisbol. Estuve trabajando con el club Rojos que me dio muy buena atención y pude levantar con mi trabajo el nivel de los menores sobre todo, porque la idea era formar una cantera, preparar niños para planes futuros y poder hacer, o llegar a tener una selección ecuatoriana con otro nivel.

Se avanzó bastante pero en estos países no es como en Cuba que el gobierno apoya bastante el deporte y sobre todo el béisbol, aquí no, el deporte más popular de acá es el fútbol, y el gobierno no ayuda igual, no solamente al béisbol no ayuda mucho al deporte.

En Perú: A pesar de que el béisbol tenga más de 100 años de presencia en Lima, no tenemos ese apoyo del gobierno porque las federaciones son entidades privadas, autónomas e independientes.

Si un país no masifica el deporte de la manera en que lo ha hecho Cuba los resultados no serían los que por épocas hemos tenido. Trabajar en estos países es un reto para nosotros, saben de nuestra calidad como formadores, como profesores, técnicos y especialistas.

Al final el trabajo nuestro sale a relucir porque llegamos a mejorar mucho el nivel en general desde las categorías menores hasta la de adultos.

Existe muy buena intención de mejorar el área de Suramérica con el béisbol, Perú se ha dado a conocer gracias a los Juegos Panamericanos y se ha levantado el nivel por el trabajo de los técnicos.

Hace poco participamos como selección nacional de mayores en la Copa del Caribe y obtuvimos un buen resultado llegando a alcanzar el segundo lugar frente a países como República Dominicana, Islas Vírgenes, Haití y Aruba, países que a pesar de no tener esa  tradición en este deporte, con Perú no se contaba hace un tiempo atrás.

Ahora si estamos en un buen momento, estamos en camino para alcanzar un nivel que nos permita enfrentarnos a países como Cuba y República Dominicana, en donde ya hemos tenido bases de entrenamientos.

En el cierre Miro nos transmite en pocas palabras lo que significa el béisbol en su vida, nos deja la misma sensación que dejó cada vez que salió a un terreno de pelota: El béisbol para mí es lo más grande que yo pude haber tenido en toda mi vida, a parte de la familia, de mis padres, de mi esposa, de mis hijos, el béisbol para mí es un ser querido más.

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