Por Reynaldo Cruz Díaz
El apodo de “monstruo” en los deportes es bastante común, y para nada resulta ofensivo, sino motivo de orgullo. Pero cuando este cae sobre un atleta de apenas 20 años, se crean muchas expectativas y el jugador se ve obligado a cumplirlas. Eso es exactamente lo que hizo Roki Sasaki, The Monster of Reiwa, cuando dejó al mundo del béisbol con la boca abierta –y a los equipos de MLB listos para mandar su contingente de scouts a Japón–al lanzar el 16to juego perfecto en la historia de la Liga Japonesa NPB.
Sasaki, quien necesitó apenas 105 lanzamientos para disponer de los desconcertados bateadores de los Orix Buffaloes, empató el récord de ponches para un partido en el circuito nipón con 19, 13 de ellos de forma consecutiva tras retirar a los dos primeros bateadores en rolata, nueva marca para la liga. La recta del diestro de los Chiba Lotte Marines sobrepasó las 100 millas por hora casi a capricho, y se apoyó también en un tenedor que Kyodo News catalogó de “devastador”.
Su doble cero es el número 94 de la Nippon Professional Baseball, y el primero desde el 15 de agosto de 2020, al tiempo que ponía fin a una sequía de perfectos que databa del 18 de mayo de 1994, cuando Hiromi Makihara de los Yomiuri Giants dispuso de los Hiroshima Toyo Carp.
Sus grandes víctimas resultaron ser el designado Masataka Yoshida, el inicialista cubano Rangel Ravelo y el jardinero central Yuhei Fukuda, todos con tres píldoras amargas en igual cantidad de turnos.
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Otro dato curioso es que Sasaki acumuló un Game Score de 106, que resulta ser el más alto en la historia del béisbol profesional de primer nivel para un partido de nueve entradas. Con su marca, eclipsa el 105 logrado por Kerry Wood en su famoso encuentro de un hit y 20 ponches, al igual que el pinareño Faustino Corrales, cuando ponchó a 22 holguineros.
Además, a sus 20 años de edad, Sasaki se convirtió en el lanzador más joven en tirar un juego perfecto en la historia del circuito profesional japonés, muchas hazañas para el diestro, todas en el mismo juego.
“Esto es lo más grande,” dijo Sasaki a los fans, según Kyodo News.
“Honestamente, no estaba pensando en la posibilidad (de un juego perfecto). Pensé que estaría bien si permitía un hit, así que solo lancé y puse mi confianza en Matsukawa justo hasta el final.”
El joven lanzador, que comparte equipo con los cubanos Leonys Martín (de 4-1) y Adeiny Hechavarría (de 4-2 con una impulsada), recibió la ayuda nada menos que de un novato de 18 años, el receptor Ko Matsukawa, con lo que formaron tal vez la batería más joven en lograr un perfecto en la historia del béisbol profesional (entre los dos no llegaban a 40 años). Este fue apenas el desafío número 14 de su carrera profesional, que comenzó el pasado año.
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El fenómeno perdió a su padre en el terremoto de 2011 y fue apodado reiwa no kaibutsu (El Monstruo de Reiwa) por haber logrado sobrepasar las 100 millas por hora con su recta apenas en el preuniversitario. No es de extrañar que los Marines lo hayan seleccionado en la primera ronda del draft de 2019.
De seguro que ya varios clubes de MLB deben estar pensando en cómo hacerse de los servicios de este lanzador, aunque como sucede con la mayoría de los serpentineros japoneses, el excesivo trabajo del que son objeto durante su carrera en la NPB siempre trae una incógnita respecto a su longevidad y durabilidad en el Show. No obstante, ya ha logrado su atención.