Por Kiara González
El 23 de marzo pasado el pelotero Rusney Castillo viajó a Cuba para ayudar con alimentos y medicinas a sus familiares y amigos teniendo en cuenta que se acrecentaban las preocupaciones por la expansión del nuevo coronavirus Covid-19 que hasta hoy ha contagiado a 3 millones 74 mil 948 personas en todo el mundo, según las cifras oficiales de la Organización Mundial de la Salud.
A solo días de estar allá el Gobierno de la Isla anunció la suspensión de los vuelos comerciales y chárter por lo que Castillo, debió permanecer en su natal Ciego de Ávila por más tiempo del que tenía planificado.
Según nos confirmó el propio Rusney, miembro de los Medias Rojas de Boston, espera llegar a Miami la próxima semana en uno de los vuelos especiales mediante los cuales están regresando los cubanos con residencia permanente en Estados Unidos y que por distintas razones se encontraban en Cuba.
Rusney deberá llegar primero a la Habana para luego tomar un avión destino a Miami, puesto que las últimas restricciones del gobierno de Estados Unidos limita los vuelos a la capital cubana, un aspecto que dificulta aún más el proceso para quienes sus familiares residan en otras provincias del país.
Hasta el momento en Ciego de Ávila se han reportado 82 casos de Covid 19. El propio Rusney aseguró estar bien, al igual que todos en su familia. “Recibimos todas las atenciones propias del protocolo a aplicar con los visitantes una vez arribamos a suelo cubano, pero ahora solo quiero volver a mi casa, pues mi niña pequeña no viajó con nosotros”, explicó.
Él no fue el único pelotero cubano que decidió ayudar a los suyos en esta compleja situación pues antes el santiaguero Héctor Olivera, desactivado del béisbol profesional desde hace algún tiempo estuvo en la “tierra caliente”, pero antes de que la enfermedad tomara carácter global.
Mediante notificación personal, la Embajada de Estados Unidos indicó a cada pasajero las instrucciones detalladas para completar la reserva del boleto para que ciudadanos y residentes permanentes regresaran en dos vuelos chárters de Delta Airlines que llegaron a Miami el pasado viernes.
Los que no pudieron viajar como es el caso del pelotero cubano y su esposa, deben permanecer en Cuba hasta que se planeen nuevos vuelos humanitarios como los antes mencionados.