Por Yasel Porto
Uno de lo reencuentros familiares dentro del béisbol cubano más preoponderantes acaba de producirse en la ciudad estadounidense de Minneapolis.
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Se trata de los hermanos Antonio (Tony) y Juan Carlos Oliva, quienes hacía años no tenían contacto físico con la pandemia como uno de los factores de mayor peso en ese distanciamiento.
Fue en la noche de este lunes cuando estas leyendas del béisbol pinareño y cubano volvieron a abrazarse, llorar y revivir muchos de los momentos personales importantes que los han mantenido unidos sentimentalmente a pesar de vivir en dos lugares bien distantes.
Juan Carlos, exlanzador de los equipos de Pinar del Río y la selección nacional en los finales de los setenta y principios de los ochenta, viajó a Estados Unidos con el objetivo principal de estar presente en la ceremonia oficial en la que su hermano será exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown.
Ese evento tan trascendental acontecerá el próximo domingo 24 de julio, antes en los días previos se celebrarán múltiples actividades en el pueblo más beisbolero del mundo, que pertenece al estado de Nueva York.
Ahí Oliva y su coterráneo ya fallecido Orestes «Minnie» Miñoso recibirán la exaltación al Salón de la Fama para contribuir a que Cuba sea el país extranjeros con más representantes en tan sublime lugar. (los otros son Martín Dihigo, Tany Pérez, Alex Pompez, Cristóbal Torriente y José de la Caridad Méndez).
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La visa de Juan Carlos fue gestionada por los Mellizos de Minnesota, el equipo con el que jugó casi toda su carrera en el «big show» su hermano. El proceso de visado se realizó en Santo Domingo y el pasado 8 de junio tomó vuelo hacia Miami desde la capital quisqueyana.
El destacado monticulista vueltabajero estuvo compartiendo por espacio de un mes con sus dos hijos que residen en la citada ciudad floridana y Houston, para desde ahora y durante el resto de julio y agosto dedicarse a Tony.
Ellos no solo estarán juntos en el evento del Salón de la Fama, sino que el próximo 6 de agosto serán parte de un homenaje especial en el estadio de los Mellizos.
«Ha sido algo muy grande esto que ha sucedido Porto. Volver a ver a mi hermano y en un momento tan importante para él y para el béisbol cubano como lo del Salón de la Fama es un regalo que no tiene precio alguno. Ahora los dos tenemos que aprovechar el tiempo juntos lo más que podamos porque no sabemos cuando volvamos a tener una oportunidad así», me dijo Juan Carlos vía telefónica.
Con Tony también tuve la posibilidad de conversar al mediodía de este martes. «Hacía rato no nos veíamos, desde que fui a Pinar del Río y eso fue mucho antes de la pandemia. Ya ni me acuerdo», bromeó el tres veces campeón de bateo de la Liga Americana, quien me actualizó de parte de las iniciativas de las que será parte la próxima semana en Cooperstown.
«Estoy un poco ansioso de lo que va a pasar ahí, pero sin dudas que será muy emocionante todo. Les agradezco por la preocupación con el viaje de mi hermano y lo que han hecho desde que dieron a conocer mi exaltación al Salón de la Fama. Allí nos veremos y viviremos todos juntos ese gran momento», me comentó el futuro inmortal.
Swing Completo llevará a cabo una cobertura completa a partir del viernes 22 de julio, de lo que acontecerá en ese evento tan significativo incluso más allá del contexto netamente deportivo. Este año la inducción del carismático slugger dominicano David Ortiz hará mucho más multitudinaria y especial cada jornada.