Por Alexander García
Si hay un jugador que ha impresionado en la primera parte de esta Serie Nacional, ese es el zurdo matancero, Yoanni Yera, pues sus dos últimas actuaciones, ante Ciego de Ávila y Sanctis Spíritus lo han reafirmado como uno de los mejores pitchers del país sino el mejor.
En estas salidas, tanto ante los Tigres en el Victoria de Girón como ante los Gallos en el José Antonio Huelga, el oriundo del municipio matancero de Martí ha lucido inmenso, dominante, inteligente, poniendo la bola donde quiere, quitándole a la recta para después fulminar con un lanzamiento pegado a más de 90 millas, fusionando bien sus rompimientos, mostrándose seguro, guapo, sobrado de confianza y eso solo lo hacen los grandes.
Tal parece que el llamado a la Liga Mexicana, le ha despertado a Yera las tan necesarias aristas de profesionalismo, muchas veces ausentes de nuestros peloteros, incluidos los hombres de primer nivel.
Hablo de Yera y lo hago con más énfasis debido a que en una temporada donde el bateo anda desbordado, pues la exagerada cifra de jonrones da fe de ello, en una temporada así, Yoanni impone su sello y marca la pauta de un modo positivo.
Cuando en el juego inaugural ante Camagüey, se vio un Yera sin su recta poderosa, desconcentrado, ido de picheo en varias oportunidades, incluso perdiendo los papeles al dar un pelotazo que le costó la expulsión, cuando vimos su actuación, muchas dudas emergieron, pero una semana después, apareció como renacido y dominó a su antojo, llegando a rozar el juego perfecto.
Con la reciente victoria ante los espirituanos, llegó a dos éxitos y va sumando lo que se espera de él para la causa yumurina ya que, si todo marcha por buen camino, en poco tiempo partirá hacia México para volver en el tramo final de la etapa clasificatoria.
Tal vez sin la elegancia y el arte de un Adiel Palma o un Norberto González, pero con la misma determinación de tantos zurdos estelares que han subido a la lomita en nuestras Series Nacionales, así Yera muestra su madurez deportiva, sabe planificar sus partidos y aunque a veces su carácter le juega malas pasadas, busca la manera de sortear los trances.
Estimados lectores, las aspiraciones de retener el título para Matanzas, pasan en buena medida por las victorias que Yoanni Yera les pueda asegurar, más cuando en esta temporada los refuerzos no llegan hasta las semifinales y todos los equipos han de luchar con sus propias armas hasta entonces.
En este momento, cuando la Serie 60 camina rumbo a las quinas subseries, parece que sí, que Yera ha encontrado su rumbo y pudiéramos estar viviendo el ascenso de la próxima gran figura del montículo en la Isla.
Nos vemos a la vuelta.