Por Daniel De Malas Andreu
Antonio Bulté es el fruto de uno de aquellos amores que se tejieron entre cubanos y soviéticos en los años en que la URSS y otros tipos de sueños existían. Su padre Francisco nació en Holguín y a él debe su pasión por el béisbol.
Francisco participó en Juegos Escolares en diferentes categorías a nivel municipal y provincial en la antigua provincia de Oriente jugando como segunda base y torpedero. Años después viajó a la URSS a estudiar y luego de una estancia en Cuba se estableció definitivamente en el país europeo en 1995.
Dos años después nació Antonio en un ambiente donde el béisbol era parte del día a día de la familia, su hermano Andrés ya daba sus primeros pasos en el deporte y con 10 años comenzó a ser integrante del club de béisbol Moskvich.
«Esa influencia no se hizo esperar sobre mí por lo que a partir de entonces junto con mis padres no faltaba a ningún juego en los que participaba mi hermano y nuestra madre también aprendió las difíciles reglas y disfrutaba a plenitud», recuerda Antonio en diálogo con SwingCompleto desde Rusia y continúa diciendo que «así fue como la pelota se arraigó en nuestra familia y dejó de ser un simple juego convirtiéndose definitivamente en un estilo de vida».
Desde el año 2005 cuando se desarrolló el torneo sub-18 en Pamplona, España, los viajes turísticos de esta familia han girado en torno al béisbol. Las competencias y eventos internacionales con la participación de Andrés y Antonio se convirtieron en los destinos para sus estancias vacacionales.
En esa competencia conocen al entrenador cubano Néstor Pérez quien comienza a formar parte junto a otros prepadores de su desarrollo. «En el 2009 nos invita a participar en las Academias de Beisbol y los Torneos Invernales en la ciudad de Puerto de la Cruz, Tenerife, auspiciados por la Real Federación Española de Béisbol y Softbol (RFEBS), en conjunto con la organización de Grandes Ligas Atlanta Braves», nos cuenta.
Dichos eventos «contaron con la participación por invitación de jugadores de nivel de Holanda, Italia, Venezuela y la presencia de prestigiosos entrenadores y scouts de los Bravos tales como: Néstor Pérez Alonso, José Martinez (EPD), Rolando Petite, Jhony Almaraz, Néstor Pérez Suarez y otros», asegura.
Esta etapa de las academias y torneos invernales resultaron esenciales en su formación dentro del béisbol.
En un país con tan poca tradición beisbolera como Rusia entregarse al béisbol constituye un acto de enorme sacrificio, aun así Antonio no duda del paso dado y nos dice que «siempre me sentí motivado, jamás tuve la menor duda que la pelota la llevo en la sangre y ahí soy 100% cubano, desde pequeño ya mostraba buenas manos en el fildeo y habilidades a la hora de batear».
«Las características específicas y limitaciones del beisbol en Rusia tampoco influyeron en que pensara en la posibilidad de un crecimiento futuro en otro tipo deporte y mucho menos sobre mi firme decisión de dedicarme de lleno a la pelota», reafirma el joven prospecto.
Él ha practicado otros deportes como fútbol, baloncesto, tenis de campo y de mesa, pero su favorito siempre ha sido el béisbol.
Fue en el 2008 cuando Antonio participa en su primera competencia internacional, en Hluboka nad Vltavou, República Checa, como parte de la selección nacional rusa sub 12. En ese momento apenas tenía 11 y los recuerdos van mucho más allá de haber sido su primera oportunidad. «Se encontraban conmigo allí mis padres apoyándome y dando ánimo, al igual que sucedió a continuación en todas las demás competencias y torneos, pero en esta su presencia para mí fue primordial», subraya.
El primer partido en aquel torneo fue frente a Austria: el estadio lleno, público en contra y ese nerviosismo y presión inicial que marca toda primera vez. «Logramos ganar ese juego por la mínima 11×10. Ese fue el “bautizo” y a partir de ahí la calidad de nuestro juego fue otra. Participé en todos los partidos como regular y me desempeñé bien en la tercera base y como segundo en el orden al bate. A pesar de que nuestro equipo era el más joven, ocupamos un prestigioso tercer lugar. Realmente para mí fue una inolvidable experiencia».
Así se iniciaba una carrera en eventos internacionales que se ha ido extendiendo y de los que guarda otros tantos recuerdos. En el 2015 con el Campeonato Nacional U-18 en Gijón, Asturias, España es parte del equipo Marlins de Tenerife y llegó a participar en todos los desafíos desempeñándose como torpedero, camarero y lanzador, fue una de las figuras claves en la obtención del título. «En la final ante el equipo de Barcelona veníamos perdiendo 6×2 a la altura del séptimo inning y a partir de ahí comenzamos a remontar el marcador, en el octavo conecté el hit que empató el partido y en el noveno los dejamos al campo, ganamos 8×7».
Su debut en la selección nacional absoluta de béisbol de Rusia se produjo en el 2014 en el Campeonato Europeo en el cual se desempeñó como segunda base en todo el certamen. Su actuación en el Europeo sub-21 había sido con anterioridad lo que le ayudó a dar ese salto en su carrera. Con tan solo con 17 años se ubicaría como cuarto en hits conectados con nueve, séptimo en average ofensivo con 500 (el mejor ubicado de su equipo con 18-9) y OBP de 591.
En 2018 participa en el Mundial Universitario U-25 en China Taipéi, ocupando el liderazgo en OBP con 652, carreras anotadas con 10, en bases por bolas recibidas con nueve y se ubicó entre los 10 primeros bateadores en promedio ofensivo con 429.
A la defensa en 35 lances no cometió errores y se ubicó como tercero en asistencias con 18. Finalmente Rusia alcanzó el sexto lugar de un torneo en el que participaron las selecciones de potencias beisboleras como Japón, Estados Unidos, Corea del Sur, China Taipéi, equipos que ya contaban en sus filas con jugadores candidatos a los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.
En el pasado año formó parte de la selección mayor de Rusia en el Campeonato Europeo Clasificatorio B del grupo 2 en la ciudad de Blagoevgrad en Bulgaria. Allí finalizó como tercer mejor bateador en average con 556 (18-10) y por delante de él solo se ubicaron su compañero de equipo el cubano David Castillo y el norteamericano Gailen Blake quien llegó a desempeñarse en AAA para los Ángeles Dodgers y en ese torneo representó a Israel.
Frente a Israel, con un picheo integrado por jugadores profesionales norteamericanos quienes formaban parte del nivel AA y AAA, Rusia jugó en dos ocasiones y Antonio se fue de 9-5.
En este andar no ha estado exento de injusticias, sería en el 2012 durante el Campeonato Europeo sub 15 en República Checa donde fue despojado de manera injusta del título de bateo. «Fue una maniobra sutil llevada a cabo por el oficial encargado de las estadísticas, el cual cambio el coeficiente de veces al bate por juegos del equipo que hasta el último día de la competencia aparecía aun como 2.5 y lo bajó premeditadamente a 2.0, para así favorecer a un jugador del equipo holandés que quedó campeón del torneo, realmente me merecía ese trofeo».
El equipo ruso consiguió en un meritorio tercer lugar al vencer en el juego por el bronce al conjunto de República Checa.
La llegada de varios jugadores cubanos a la selección nacional rusa le ha aportado una mayor calidad a un elenco que sigue en pleno crecimiento.
«Se convirtió para todos los miembros del equipo y en especial para mí en una transfusión de sangre, la dedicación y esfuerzo en los entrenamientos y la motivación en el juego se elevaron, la rivalidad deportiva por ocupar un puesto de regular redobló el esfuerzo de todos y la calidad de juego», asegura.
Antonio agrega que «fueron sus resultados y su ejemplo en el terreno durante el campeonato de Rusia del pasado año 2019, lo que le abrió nuevos horizontes al béisbol y en particular a nuestra selección en la lucha por lograr un lugar en el grupo A de la élite del beisbol en Europa».
Los refuerzos llegados a la selección nacional rusa no solo proceden de Cuba, también cuentan con un lanzador zurdo norteamericano y un entrenador de picheo del mismo país. «Considero que en la actualidad no nos encontramos lejos de competir de tú a tú con la elite del continente, quedando demostrado en el Campeonato Europeo clasificatorio Seniors B, donde solo perdimos con el equipo de Israel, en esos juegos la suerte deportiva lamentable no estuvo de nuestro lado».
Ese mismo equipo de Israel en ggosto, un mes después de haber clasificado para el Grupo A, en el Campeonato de Europa ocupó el cuarto lugar detrás de Holanda, Italia y Espana, para luego en septiembre conquistar el único puesto concedido a Europa para las olimpiadas de Tokio, por delante de los arriba citados super favoritos.
Bateador de buena técnica, tacto y disciplina en la caja de bateo son las principales cualidades que lo caracterizan a la ofensiva mientras que a la defensa cuenta con buenas manos, buen pivoteo y brazo. Tiene en su hermano a uno de sus principales referentes, al igual que Artem Artamonov (EPD) quien fuese jugador y entrenador principal de la selección nacional rusa, a quien recuerda con admiración y respeto.
Sus similitudes físicas con la estrella de las Grandes Ligas José Altuve hacen que el venezolano se convierta en su patrón a seguir dentro del béisbol. «Rompió los esquemas y las limitaciones que existían durante muchos años en el béisbol de Grandes Ligas con respecto a los jugadores de baja estatura, convirtiéndose sin dudas en un referente en el deporte».
Las posibilidades de jugar en otras ligas europeas han existido para Antonio, solo que por encontrarse en estos momentos cursando la etapa final de sus estudios universitarios en la especialidad de Cultura Física y Deportes en la Universidad Estatal Pedagógica de Moscú, no se ha apresurado en tomar una decisión, mientras tanto comienza a trazar planes. «Más adelante me gustaría medir fuerzas en la Serie Nacional de Cuba y ligas como las de los países asiáticos, latinoamericanos, europeos o de Norteamérica».