Por Franco Miguel Alvariño
Si usted piensa que la única habilidad de José Iglesias es hacer magia con su guante, entonces, vive en un universo paralelo muy lejos de la realidad. Más que fildear, “Candelita”, domina cada uno de los elementos del juego con total perfección. Tanto es así, que los Angelinos de los Ángeles y Anaheim le dieron la posibilidad de alinear como tercer madero.
Ante tal responsabilidad, el cubano respondió seguro y rápido. En la parte baja de la primera entrada, el torpedero de los Angelinos encontró un compañero en la intermedia. A su vez, enfrentó al abridor James Anthony Happ. Iglesias dejó pasar la primera bola, y en conteo favorable de 1-0 descifró una recta a 91.6 mph.
El antillano aceleró la velocidad de su swing y haló para su mano el lanzamiento. En definitivas, conectó cañonazo al jardín izquierdo, para que Phil Gosselin anotara la primera carrera del juego frente a los Twins de Minnesota.
Con la conexión, y el posterior tiro, “Candelita” aprovechó la distracción de la defensa para colarse en la segunda base. Minutos después, su compañero Kurt Susuki disparó jonrón, por lo que anotó la segunda carrera del choque.
Esta no fue la primera vez que el parador en corto alineó como tercer hombre en la tanda. Antes del partido acumulaba cuatro turnos al bate sin conseguir indiscutibles y con un ponche incluido. Con respecto al duelo particular frente a los “Mellizos” llegó a seis imparables, mientras que fue su primer remolque en 12 turnos legales.
El habanero llegó a 301 remolques en el mejor béisbol del mundo. Vale destacar que el pasado domingo, 18 de julio, arribó a las 300 carreras impulsadas, cuando bateó de 4-3 frente a los Marineros del Seattle, en duelo que impulsó par de carreras y su equipo perdió 7×4. En ese momento se convirtió en el cubano 29 en arribar a esa marca, mientras que fue el décimo entre los que jugaron en la Serie Nacional.
Justo antes de comenzar el juego acumulaba 87 indiscutibles en 306 visitas al bate, de ellos 23 extra bases: distribuidos en 15 dobles, un triple y siete jonrones. Además, había impulsado 29 compañeros y pisado el plato en 39 oportunidades, para un total de 61 carreras producidas. Su línea ofensiva era de .284/.313/.408 AVE/OBP/SLU
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