Por Juan Páez
Si bien siempre el foco de los fanáticos cubanos del béisbol, a la hora de mirar fuera de Cuba, ha sido las Grandes Ligas, Japón también tiene un sitial importante. De hecho, desde que Roberto “Chico” Barbón debutó en 1955, la presencia de antillanos ha sido constante y se ha incrementado notablemente con el pasar de los años.
En la historia del Béisbol Profesional Nipón ha pasado de todo en cuanto a isleños, pero el poder de la representación cubana se ha hecho sentir desde siempre. Después de más de medio siglo del estreno de Barbón, son muchos los tablazos que han salido de bateadores nacidos en la isla.
En la lista de máximos jonroneros cubanos en la Tierra del Sol Naciente, aparece Orestes Destrade. El antiguo inicialista, quien se erigió como uno de los mejores ambidiestros en la historia de la liga, jugó cinco torneos con los Leones de Seibú y registró 160 estacazos de vuelta completa. El nacido en Santiago de Cuba lideró el circuito en cuadrangulares por tres años consecutivos (1990, 1991, 1992).
Quizás, Destrade pudo elevar ese número al menos a 200 batazos de vuelta entera, pero decidió probar suerte una vez más en las Mayores con los Marlins de Florida en 1993. Cuando volvió, en 1995, solo disputó otros 46 juegos con Seibú, dio seis jonrones y se despidió del béisbol activo luego de cumplir apenas 33 años de edad.
Pero Alfredo Despaigne, aún activo, le sigue muy de cerca. El toletero del Fukuoka Softbank Hawks, con una buena y larga trayectoria en el circuito, comenzará esta campaña (19 de junio) con 154 bambinazos de por vida, una cifra que acumuló durante seis torneos y 664 juegos. Si la pandemia del COVID-19 permite que la zafra se desarrolle con normalidad, Despaigne debería convertirse en el cubano con más cantidad de bombazos en Japón en el corto plazo.
Dayán Viciedo es el tercero en la lista. El expelotero de los Medias Blancas de Chicago, con cinco torneos de experiencia en la Gran Carpa, ha conectado al menos 18 jonrones en cada una de sus cuatro temporadas con los Dragones de Chunichi. Actualmente, suma 84. Su gran tarea para 2020 será sacar al menos 16 pelotas del parque para sumarse a Destrade y Despaigne como los tres cubanos con 100 vuelacercas en la liga nipona.
Otro que apunta a los 100 de por vida es Alexander Guerrero, el hombre que alguna vez fuera una promesa de los Dodgers de Los Ángeles. El infielder de los Gigantes de Yomiuri es el cuarto miembro del grupo, gracias a sus 71 estacazos de recorrido entero. Ya Guerrero sabe lo que es conectar 29 o más cuadrangulares en Japón, pues se voló la barda en 35 ocasiones en su primer torneo (2017).
El quinto es Yurisbel Gracial. Si bien el utility del Softbank solo se fue para la calle nueve veces en 2018, lo hizo en 28 oportunidades el año pasado para totalizar 37 bombazos y superar a Roberto “Chico” Barbón, quien logró 33 en su carrera de 11 temporadas entre 1955 y 1965.
El último entre los ocho cubanos que, al menos hasta ahora, conectaron al menos 30 cuadrangulares es Michel Abreu, la antigua pieza de los Mets de Nueva York que nunca probó las mieles de las Grandes Ligas. El primera base jugó en dos campañas con el Hokkaido Nippon Ham Fighters y registró 32 bambinazos en 144 compromisos de por vida.
Después en la lista siguen Leslie Anderson (22), Leonys Martín (14) y Omar Linares (11), pero la verdadera y emocionante lucha está en los primeros lugares, con Despaigne, Viciedo y Guerrero.