Por Gian Franco Gil
En la tarde de este martes, 12 de octubre, cerca de una hora antes de comenzar el cuarto juego de la Serie Divisional entre los Bravos de Atlanta y los Cerveceros de Milwaukee, las Grandes Ligas de Béisbol (MLB por sus siglas en ingles) anunciaron en el sitio web oficial, el resultado positivo de Jorge Soler a la pandemia.
Inmediatamente, el jugador cubano pasó a lista de inhabilitados, cediendo su posición en la plantilla al jardinero dominicano Cristian Pache. En tanto, su posición en la alineación titular la pasó a ocupar su compatriota Guillermo Heredia, quien alineará como patrullero central y octavo hombre en la tanda.
Según informó MLB, “Pache podrá continuar en la nómina de jugadores activos de los Bravos hasta que Soler sea elegible para salir de la lista de inhabilitados por Covid-19.” Cerró la nota informativa.
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Sin dudas, la ausencia del slugger será un duro golpe en las aspiraciones del equipo de Atlanta. Si bien se encuentran en una posición inmejorable respecto a su actual contendiente (2-1), deberán ganar un último juego para garantizar su presencia en la discusión por el título de la Liga Nacional.
Bajo esas circunstancias, tendrán que prescindir de los poderosos batazos de Soler, que estará fuera del roster activo por tiempo indefinido y su compatriota Guillermo Heredia recibirá la oportunidad de reemplazar a Soler al menos en el juego de hoy, lo cual es, de algún modo, una buena noticia para él.
En los tres primeros juegos del playoff, el imponente criollo solo logró un imparable en 11 visitas legales al cajón de bateo, para un anémico promedio de .091, pero la frialdad de los números no muestran su verdadera calidad como bateador, que lo hizo merecedor de un puesto fijo en un equipo lleno de buenos bateadores.
Luego de un pésimo inicio de temporada con los Reales de Kansas City, Jorge Soler encontró en los Bravos de Atlanta el lugar perfecto para tomar un segundo aire. En 55 juegos disputados en esa franquicia casi igualó –y superó en otros casos- los registros obtenidos en el equipo de la Liga Americana, en el que jugó cerca del doble de encuentros.
Asimismo, consiguió 56 imparables en 208 visitas al rectángulo de bateo, distribuidos en 11 dobles y 14 cuadrangulares. Además, remolcó 33 compañeros y anotó en 56 oportunidades, dejando 75 carreras producidas como aporte a la organización. Por tanto, su trío ofensivo quedó en .269/.358/.524 AVE/OBP/SLG.