Por José Alejandro Rodríguez Zas
El estelar boxeador cubano Yordenis Ugás tocó la gloria del pugilismo profesional y puso en alto el nombre de Cuba en el cuadrilátero, al superar por decisión unánime a la leyenda del boxeo universal, el filipino Manny Pacquiao, reteniendo el título de supercampeón de la división welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
En lo que fue sin dudas la pelea más importante de su vida, Ugás mantuvo a distancia todo el tiempo a Pacquiao y le dio clases de buen boxeo en la pelea estelar de una velada efectuada en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos y los jueces premiaron su esfuerzo, ante una afición que apoyaba, indistintamente, a ambos peleadores.
El cubano sacó provecho de su mayor alcance y estatura para castigar constantemente la anatomía de Pacquiao durante los 12 asaltos que duró el combate, principalmente a partir del séptimo, donde comenzó a ser más clara su superioridad.
Vale destacar que, tal y como prometió, Yordenis Ugás subió al cuadrilátero al ritmo de la canción de Patria y Vida y se bajó del ring con un triunfo histórico.
Ugás se impuso de manera inobjetable y por votación unánime ante un rival de mayor linaje y trayectoria deportiva, con tarjetas de los árbitros de 116-112, 116-112 y 115-113.
Se vio un Yordenis Ugás efectivo en las tres distancias, siendo muy efectivo en su golpeo, desgastando a su rival, quien aguantó el ritmo de pelea en la primera mitad del combate, pero que fue cediendo, poco a poco, ante el empuje del boxeador cubano.
Durante los tres primeros asaltos, Pacquiao tiro la mayor cantidad de golpes efectivos, mientras el cubano se mantenía estudiando al filipino y tratando de cansarlo.
Ya en el cuarto y quinto parciales, Ugás comenzó a tirar más, mientras que los rectos de Pacquiao se quedaban en la guardia del cubano. De esta forma, para la mayoría de los especialistas, ambos peleadores concluyeron igualados en la primera mitad de la pelea.
Pero a partir del séptimo round, salió a relucir todo lo que ha aprendido el pupilo de Ismael Salas en su carrera deportiva y su efectividad en el golpeo creo a ritmo de los gritos de Patria y Vida de los miles de cubanos que estaban apoyando a su peleador, mientras Pacquiao comenzaba a verse lento e inefectivo en su pegada.
El final del combate, solo fue para presenciar, quizás, los últimos minutos de «PacMan» sobre el ring profesional. Ugás seguía empujando y Pacquiao hacía lo que podía por mantenerse en pie.
Sin embargo, ante la ausencia del KO en la pelea, había que recurrir a las tarjetas de los jueces y podía darse un veredicto favorable a la leyenda, por encima del presente del peso welter en la AMB.
Fueron minutos para Ugás y para los aficionados del boxeo cubano, que parecieron siglos. Pero se hizo justicia. Ugás venció a Pacquiao por decisión unánime y derrotó a la leyenda, al gran Manny Pacquiao, en la pelea más importante de su vida. El grito de Patria y Vida, retumbó en Las Vegas, en Estados Unidos, en Cuba y en el mundo.
El cubano, de hecho, le respondió a Julio César La Cruz (quien apoyó al régimen cubano en los Juegos Olímpicos), al tomar el microfono de la reportera que lo entrevistaba y sentenció: «Patria o muerte NO, es Patria y Vida».
Pacquiao, con esta derrota termina su carrera, si finalmente se retira, con 62 victorias (39 KO), 8 derrotas y 2 empates, mientras que Yordenis Ugás sumó su triunfo 27 con cuatro descalabros.