Por Alexander García Milián
Quizás ahora mismo, en leve introspección el vínculo inmediato que puedo ver entre literatura, béisbol, Cuba y Japón es la pelota, el deporte en sí, como fenómeno; Yurisbel Gracial, Alfredo Despaigne, Dayán Viciedo… Elementos que van componiendo un poco la trama pero a la vez sumergen en la penumbra a un nombre, Víctor Víctor Mesa.
Hace unos meses, a comienzos de año, leí una especie de ensayo de la autoría del escritor japonés Junichiro Tanisaki; El elogio de la sombra, un análisis puntual y preciso acerca de la importancia y el simbolismo de la sombra para la cultura nipona, como se encuentra en el teatro, en la comida, en los bailes, en la mentalidad…
Entonces ahora pienso otra vez en Víctor Víctor, leo que en las menores con los Marlins batea 220, que el equipo emite un comunicado donde alega palabras más, menos- esta oxidado y me digo- Es un elogio de la sombra- sin dudas.
Aquí en este punto se aclara todo, sí, Tanisaki sienta la pauta, nos da el pie forzado y entendemos como nunca que Mesa es eso, un apellido, un apellido del cual vivió, bueno sigue viviendo Víctor Víctor; sí, a la sombra de su padre, de lo que fue, de la historia que legó, casi un patrón infranqueable en el ambiente beisbolero de Cuba.
En ello se sumió el chiquillo y ahora casi con la soga al cuello- tengo todos los ojos en mí- alega en una entrevista pidiendo auxilio, clamando por aire, es un pez que boquea fuera del agua; ahora con la soga al cuello renace todo, emerge sigilosa la sombra, la vuelven a elogiar por aquí y por allá, Víctor Víctor la mira, la mira bien alta y parece preguntar, frunciendo los labios como en agónico grito… ¿Por qué?
La sombra, las sombras, los ecos, la burla, la impotencia, en Mesa, en Víctor Víctor se resume la carga semántica del valor de la sombra, la gran sombra, la de su padre; siempre, más en este punto, siempre lo del pequeño fue un elogio de lo que legó aquel señor.
La realidad no es otra, está ahí, dándole duro en la cara a los seguidores, otorgándole la razón a los detractores, abriéndole los ojos a Víctor Víctor, tal vez, en esta temporada de retorno en la Serie Nacional, decida volver y ser el center field de Guantánamo.
Nos vemos a la vuelta.