Por Alexander García
Esos movimientos de Pestano con la mano torcida, confundieron a todos… ¿qué lanzamiento era?, la pregunta irrumpía como un zarpazo- ¡Es un garabato!- dijo después varias veces a los medios de prensa y la incertidumbre rondaba en los rostros de todos…
La imagen de Vicyohandri Odelín, ponchando a Iván Rodríguez con todo San Juan metido en el Hiram Bithorn, esa imagen inmortaliza al camagüeyano.
Si en su momento hablaron de un heredero para Omar Luis, dijeron esto y aquello también, no, el “Viyo” como conocen a Odelín, escribió su historia.
Cuando la memoria nos lleva a ese primer Clásico Mundial en 2006, pocos recuerdan que años atrás, el joven pitcher de Camagüey había lanzado a su antojo contra la recia toletería de Santiago de Cuba… ¡les ganó en el mismo Guillermón!
La aclaración toma fuerza por el impacto que tiene, pues señores a aquella aplanadora, ¿quién le lanzaba así?, ¿quién le ganaba?; solo Contreras se les paraba guapo y les arañaba algún que otro partido
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Aquí entra Odelín al ruedo, pues le tiraba bien, lucía cómodo contra Santiago…
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Más allá
En 2014, Cuba regresa a la Serie del Caribe y en la edición de ese año celebrada en Isla Margarita, el equipo de Villa Clara representó a la Isla.
Tras ser vapuleados por México y República Dominicana, los cubanos solo tenían la defensa del honor por delante, llevarse un triunfo siquiera y para ello debían enfrentar a los Indios de Mayagüez de Puerto Rico… ¿quién fue el elegido?…
Vicyohandri Odelín tiró otra vez un juegazo, ya entonces su vivía más del invento, de las trampas que los lanzadores veteranos utilizan para sacar outs, de su “garabato” pero igual dominó, las conexiones salían de fly, de rolling, incluso hombres como Kenny Vargas y Eddy Rosario, ya probados en MLB, ese día la pasaron mal ante el “Viyo”.
Los grandes siempre lucen, como quieran, se inventan una y mil veces, entonces cuando parece que van caer, emergen otra vez, ¿cómo no llevar a Odelín a la Serie del Caribe?…fue quizás lo mejor de ese torneo junto a Ramón Lunar.
Después de aquello, Odelín parecía renacer, incluso cuando Camagüey quedaba, era una de las mejores opciones como refuerzo, así llegó hasta el mismo elenco de la capital, los Industriales y fue hombre de confianza para Vargas.
Flash back… volvemos atrás
En aquel primer Clásico Mundial, Odelín, no entro en el noveno inning, ya su relevo había empezado en el octavo, cuando todos tragamos en seco, él una y otra vez impuso su temple para llenarse de gloria.
Quiso el destino que ocho años después fueran los boricuas otra vez víctimas de su pitcheo… los dos momentos, en 2006 y 2014, en Puerto Rico y en Venezuela, fueron dos momentos históricos para la pelota y Vicyohandri fue protagonista, fue el héroe sin dudas… fueron sus momentos.
Estimados lectores, el Viyo fue el rostro de una generación de excelentes lanzadores y peloteros de Camagüey, en varios contextos, él y Luis Campillo, luego con el zurdo Elier Sánchez, después solo hasta la llegada de esta nueva hornada de jugadores, Yariel Rodríguez, Yousimar Cousin, José Ramón Rodríguez.
Hoy que los Toros viven una de sus mejores épocas en la pelota cubana, Odelín no está y parece relegado como siempre al olvido, pero señores este presente es fruto de ese pasado donde él fue una de las estrellas que brilló, junto a Miguel Caldés, Norberto Concepción, los hermanos Chapellí y el mismo Luis Ulacia.
Las cosas han de ponerse en su lugar y como expresa el título de este trabajo, Vicyohandri Odelín fue un estelar, ahora mismo casi el terminar me pregunto que hace, donde está, porque ni hablan sobre él… son cosas que no entiendo.
Otra vez, este es un modesto agradecimiento a todo lo que le entregó a la pelota cubana, porque Odelín es más que el hombre del famoso “garabato”…
Nos vemos a la vuelta.