Yandy Molina, ¿La esperanza Azul?

Por Alexander García Milián Ya los engreídos y sabelotodo de nuestro béisbol lo marcaron con hierro caliente; diría que sellaron su destino, ojala que no, pienso en la gente del Parque Central, unos ríen, se secan el sudor; otros buscan la mejor sombra, todos piensan en Yandy Molina- la esperanza azul- Sí, es Yandy Molina […]

Por Alexander García Milián

Ya los engreídos y sabelotodo de nuestro béisbol lo marcaron con hierro caliente; diría que sellaron su destino, ojala que no, pienso en la gente del Parque Central, unos ríen, se secan el sudor; otros buscan la mejor sombra, todos piensan en Yandy Molina- la esperanza azul-

Sí, es Yandy Molina el chiquillo que le salvo los muebles, las ventanas, en fin, toda la casa a Anglada; cuando todos se acobardaban Molina sacó la cara y empezó a ganar juegos, ya nadie se acordaba de su descontrol, de esa cantidad desorbitante de bolas; todos lo elogiaban y el muchacho paro en la preselección.

Ahora empezó la sexta Serie Sub 23 y Molina, sale en el Labra contra la Isla, creo que es  el hombre que pasa sobre las 4 por el frente de la casa vendiendo helados- la bola a dos pesos- sí, Molina es bola y bola, pienso en poner Coppelia pero no, creo no es para tanto.

Es Molina contra Las Tunas, contra Ciego, contra Holguín, Yandy Molina contra el mundo parece, Anglada le da uno, dos, tres abrazos bien fuertes- eres tú- parece que le dice- todos en el banco lo miran, incluso Montieth baja la cabeza, sabe que debe ser él quien saque las castañas del fuego pero, entre David Mena y Molina lo resuelven.

Pero cuando Yandy mira de frente, tal parece que cien toneladas de pereza lo roen por dentro; creo entonces que entrenar es como cargar la piedra de Sísifo uno y otra vez; puede que por ello el descontrol vuelve a hacer mella en sus aperturas.

La historia reciente del pitcheo capitalino, es una historia de dejadez y tedio, mucho talento, buenos prospectos, cero proyecciones, una falta total de carácter, de entrega; no es entrenar tres días y barquear cuatro, es entrenar todos los días; tampoco se le puede pedir a Elósegui un acto de magia.

Ahora es Yandy Molina el agraciado de turno, el embrujado, es el reflejo de una generación cargada de mucho, pero limitada de logros, de hacer en verdad…

La Serie sub 23 empieza, esto son solo apuntes.

Nos vemos a la vuelta.

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