EDITORIAL: Yasel Porto: Mi verdad y el adiós a la TV nacional cubana

Daniel De Malas Andreu

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Por Yasel Porto Primero quiero que me disculpen por la extensión de este texto que llevo escribiendo desde hace días para tratar de ser lo más objetivo, claro y sincero conmigo y con todos. Cada palabra la creo necesaria por lo complejo del tema y porque quiero que sea la última vez que me refiera…

Por Yasel Porto

Primero quiero que me disculpen por la extensión de este texto que llevo escribiendo desde hace días para tratar de ser lo más objetivo, claro y sincero conmigo y con todos. Cada palabra la creo necesaria por lo complejo del tema y porque quiero que sea la última vez que me refiera a esto públicamente.

Aunque ya ha pasado un tiempo y hay cosas evidentes, creo que un día esto debía hacerse, en función básicamente de los que siguen mi trabajo y que han expresado su solidaridad con mi situación. Esas personas merecen en primer lugar, que les vuelva agradecer infinitamente por su respaldo.

Me excuso por no hacerlo antes, pero además de no tener hasta hace poco ciertas confirmaciones, también coincidió con el cierre de año, la etapa final de la 59 Serie Nacional y especialmente el estado de salud de Ismael Sené que deparó en el fallecimiento de mi compañero y padre.

Desde inicios de diciembre de 2019 estoy fuera de “Bola Viva”, que pertenece a Cubavision Internacional y RTV Comercial. Fue una decision que recayó en el director de este último organismo, quien ya meses antes había suspendido el apoyo productivo a la serie documental “9 Innings de una Travesia”.

Eso, a pesar de los casi 3 años de ardua labor por nuestro grupo, a la gustada premier del primer capítulo, y al enorme interés del público. Todo por tener contenido de beisbol norteamericano cuando en realidad se trataba del protagonismo histórico de la pelota cubana dentro de los Estados Unidos.

Pero volviendo al tema original, semanas después de mi separacion de “Bola Viva”, ya en la segunda quincena de diciembre tampoco formaba parte de ningún programa del canal Tele Rebelde.

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Mi vinculación con la prensa oficial cubana solo se mantuvo con el noticiero del Canal Habana, donde aún me desempeño. Por cierto, fue ese medio el que me abrió las puertas en la televisión en el año 2008.

Quiero señalar que cuando escribí la nota en facebook el 12 de diciembre 2019, todavía no estaba fuera por completo de la TV nacional, en un momento donde muchos sitios en internet refleban mi expulsión definitiva por mi famoso comentario en el programa “Bola Viva” del 13 de noviembre, el cual fue magnificado por muchos interna y externamente.

Días después de mi nota aclaratoria fueron cancelados “Béisbol de Siempre” y “Videoteca Deportiva”, mis últimos lazos con Tele Rebelde. A diferencia de “Bola Viva” estos son proyectos de mi autoría, por lo que, en teoría, no llevan sustitutos, sino la cancelación de los mismos. De hecho “Béisbol de Siempre” es una marca registrada oficialmente a mi nombre.

https://www.youtube.com/watch?v=O5CrAOL_R5U
Emotivo video del momento en que Yasel Porto da a conocer en público la salida de beisbol de siempre

Aclaro también que no firmé ninguna sanción porque lo que decidieron fue no extender más mis contratos, y por lamentable que sean los hechos, la no renovación de un contrato artístico es una acción legal cuando una de la dos partes no desea mantener ese lazo.

La inconformidad con mi buen cumplimiento de la política editorial en estos medios fue la causa esgrimida por los directivos de estos canales directa e indirectamente, incluido el rechazo a determinados comentarios (no solo el de Bola Viva el 13 de noviembre). Eso unido a mi labor en las redes sociales dentro y fuera de Cuba, que no obstante, y es bien oportuno aclarar, existe desde hace años a través de proyectos como Jonronazo y Swing Completo. Nunca hubo objeción ni llamado de atención por ello.

El resto de los detalles en realidad son estériles, a pesar de que pudo haber sido más justo y mejor todo el proceso, a partir de mis 20 años de labor junto a buenos resultados puestos de manifiesto con reconocimientos oficiales y sobre todo a lo expresado por muchos de ustedes, publica y personalmente a lo largo de estas dos décadas.

Pero ya ahora no importa el comportamiento de los demás ni el de uno mismo, que si hubo amigos y colegas que no cumplieron como uno esperaba o jefes que decidieron en mi contra sin utilizar balanzas equitativas.

A los que me han criticado por mis defectos, en gran medida sobredimensionados por quienes la envidia los hizo construir campañas y ahora se alegran de lo sucedido, y a los que el oportunismo los llevo a demostrar que eran amigos solamente en las buenas, tampoco son preocupacion. Mas bien les aconsejo que se alimenten más a costa de sus propios logros y virtudes en vez de los errores y defectos del prójimo. Un día todos nos tenemos que ir, y que triste es hacerlo dejando atrás una vida llena de falsedades y maldades.

Todos estos oportunismos solo contribuyen a enfermarnos más como seres humanos, y esto no es exclusivo de mi entorno laboral y beisbolero, ni del gremio, ni de Cuba, también incluye otros lugares del mundo que son invadidos por la envidia o el extremismo, dos de los males más crónicos de esta humanidad.

Pero reitero que ya ese grupo no forma parte de mis problemas, como tampoco las malas decisiones del pasado. La vida es muy corta para enfocarse en eso. No vale la pena, aunque de pena.

Me preocupa y mucho, el presente y el futuro, especialmente lo que haga yo en cada paso de mi vida, aprendiendo de las experiencias para el crecimiento de mi alma, más que de mi vida material aunque parezca un absurdo idealismo.

Y me preocupan también los buenos, que no han sido pocos, de no decepcionarlos jamás y ser agradecido por siempre. A cada uno trataré de retribuir hasta donde pueda la manera en que me han estimulado con sus palabras, y en varios casos, con acciones que nunca podré valorar como es debido.

Me han preguntado bastante y sí, intenté defender muchos de mis derechos, pero comprobé que, de momento, no hay manera de ganar ciertos combates, especialmente mientras estén o mantengan su proyección los que han luchado por lo que ha sucedido conmigo, junto a los que con poder fueron cómplices y no hicieron casi nada o nada.

Sé que hay quienes consideran que debía responder con saña y atacar a los decisores, pero… ¿de que vale llenarse de odio y rencor para al final no resolver nada? Incluso aunque resolviera, en mi filosofía el éxito no sería limpio a base de ofensas y malas acciones.

Mi respuesta a todo esto va en otra dirección. ¿Por cobardía? ¿Por sumisión? ¿Por falsedad? Nada de eso. Los que saben como soy, unido a muchas de mis acciones en la vida, pueden avalar que esos no han sido parte de mis defectos.

Hay que saber erguirse con inteligencia ante las caídas y dificultades por muy duras que sean. Ahora es cuando hay que demostrar más que nunca lo que uno ha venido haciendo en función de elementos más valiosos que personas equivocadas que todavía no comprenden que uno no es el enemigo.

No pretendo ganarme el premio del mejor cubano o ser humano, ni el que más quiere hacer por la pelota, y mucho menos el sublime título de héroe, destinado para otros que hicieron infinitamente más que casi todos nosotros.

Solo quiero seguir siendo quien personal y profesionalmente intenta contribuir hasta donde pueda con lo que considere importante.

Y sí, la crítica también es una ayuda, porque no solo ha habido señalamientos, también propuestas de soluciones, y hasta participación en algunas de ellas junto al grupo de apasionados que desde hace tiempo tratamos no solo de decir, no para suplantar a alguien, sino para poder de apoyar a muchos.

Tampoco me interesa ganarme al publico a base de palabras o frases bonitas, ni me preocupa si creen o no en lo que digo e intento hacer. Mientras esté bien con Dios y con mi conciencia, todo lo demás va cayendo por el propio peso de la honestidad.

Esta no es una lección de dignidad ni moralidad, es solo mi manera de ver y actuar. Respeto las filosofías ajenas aún cuando sean antagónicas para así ser retribuido.

Para aquellos que me condenan ideológicamente, la política no forma parte de mi diccionario porque lo único que hace es dividir y herir. Al margen de mi amor por mi familia, mis amigos, mi país y la pelota, mi afiliación esta encaminada en ser un verdadero cristiano, pues considero que todavia hay que trabajar mucho para merecer llamarse como tal.

Por lo tanto, en nombre de esto último, mi ética se mantendrá intacta aunque le moleste a los dos extremos, y mi sed de justicia será saciada cuando Dios lo disponga y hasta donde él determine.

Fuerza y paciencia me sobran gracias a él y a muchos de ustedes para enfrentar esta batalla compleja pero no imposible.

A ustedes les ruego respetar cada letra plasmada aquí. No deseo seguir siendo parte de shows en redes sociales ni en ninguna parte, y por ello pido desestimar campañas mediáticas en defensa mía sobre todo por Facebook.

Las que ya existieron me fortalecieron lo suficiente y me llenaron de orgullo y hasta de lágrimas, pero ahora la defensa no debe ser otra que demostrar cada día con acciones, y no exisitirá una mejor actitud de mis amigos y seguidores que apoyar mi deseo o al menos respetarlo.

No quiero hablar más de este tema publicamente porque ya me agota y entorpece mi labor del presente en base al futuro. No habrán entrevistas por mucha amistad que exista con determinados colegas. No solo por no servir de punta de lanza o bandera, sino porque no quiero revolver más esa agua turbia que a nadie beneficia.

No quiero terminar sin decir que si hubo algo por lo que me sentí contrariado fue por el público, sobre todo de “Béisbol de Siempre”, premio nacional de TV dos veces y en el que por 6 años compartimos muchas historias necesarias de rescatar en función de los fanaticos y por la propia pelota cubana.

A esos miles de seguidores les pido perdón por la salida del aire del programa, pero les digo que solo desaparece de momento como programa de TV porque seguira contribuyendo como proyecto comunitario y club martiano y porque no perdemos las esperanzas de recuperar nuestro espacio original.

Pero incluso BdS es más que eso, porque en el peor de los casos de un futuro imposible BdS hoy vive en el corazón de muchos que sienten al béisbol con la pasión que representa para Cuba.

Y muchos seguirán esta obra de diferente forma como ya ha estado sucediendo por las redes sociales y la prensa oficial, pero tambien con diversas acciones que fortalecen nuestro pasado desde el presente para garantizar la continuidad cultural del béisbol a pesar de sus multiples problemas.

Gracias de nuevo a todos mis amigos por su respaldo verbal o físico, y a los miles que sin conocerme se han preocupado por mi situación preguntando y alentando de diferente forma pero siempre cargada de emoción y sinceridad.

Es por eso y por otras cosas que no estoy muerto ni derrotado, y seguiré en pie de lucha desde el mismo lugar de siempre sin negociar principios a conveniencia de otros, ni aprovecharme de esto para victimizarme y engrandecer mi figura ante la opinión pública. Y mucho menos sacar a la luz cuestiones internas que pondrían en evidencia a determinadas a personas y situaciones. Eso no va conmigo, forme parte o no de la prensa oficial, viva en Cuba o en el polo sur.

Hoy quizá no sea el mismo Yasel Porto de ayer simplemente porque intento ser una mejor versión de él, que ha aprendido muchas lecciones y que tiene varios motivos sumamente poderosos para seguir hacia adelante sin cansancio y sin dañar a nadie, defendiendo su verdad y respaldando a sus pasiones.

La vida, la patria y la pelota siguen, y junto a eso mi profesión y las personas que han admirado y respetado mi trabajo. DIOS mediante, con la ayuda de muchos y en memoria de referentes sublimes como nuestro Ismael Sene, no renunciaré nunca a ello, simplemente porque todo es inmensamente más grande, duradero e importante que una decisión y sus responsables.

Gracias por el tiempo y por la compresion de muchos de ustedes.

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