Por Jesús Alaín Fernández/@JesusLCA2017
La Serie Mundial del 2018 pasó a la historia y los Medias Rojas de Boston dominaron desde el primer turno al bate hasta el último out a los Dodgers de los Ángeles. De algunas postales del juego cinco, último y decisivo, quiero comentar hoy.
El lanzador ganador fue nada más y nada menos que David Price. En siete entradas de labor el zurdo solamente permitió tres imparables y una anotación, producto de un solitario jonrón del inicialista David Freese. Price hoy es una de las incógnitas a descifrar para los Dodgers, pero no lanzando desde el box rival, si no en su continuidad como miembro del equipo, al que pertenece desde febrero del 2020.
A la altura de la sexta entrada el partido marchaba dos anotaciones por una. Los dos zurdos, Clayton Kershaw y Price habían soltado todo lo que tenían hacía el homeplate pero otro extraclase pondría tierra de por medio para empezar a marcar la diferencia. Mookie Betts, en cuenta de 2-2, pegó un batazo sobre la barda del izquierdo y el partido se puso 3-1. Poco después, una temporada de por medio, Mookie también cambiaría la casaca y llegaría a los Dodgers de los Ángeles.
Clayton Kershaw tiró durante siete capítulos. Una vez más Dave Roberts fue responsable de no saber decir basta y el lanzador zurdo y futuro salón de la fama recibió cuatro anotaciones. Al menos una de ellas pudo evitarse y luego del jonrón de Betts “Kersh” no debió ver a J.D. Martínez en el cajón de bateo. El tejano en la actual agencia libre se está pensando el uniforme que vestirá para el 2022 y existe un chance de que lo que entonces era no sea más.
La última postal llegó en la séptima. Con dos outs cedidos por el polémico (lesionó a Dustin Pedroia durante el encuentro) y actualmente jugador de los Padres Manny Machado y el primera base titular (entonces intermedista) Max Muncy llegó al plato Yasiel Puig. El cubano no podía para nada imaginar que sería su último turno al bate vistiendo la franela de los Dodgers de los Ángeles. Se enfrentó a Price, y cedió el out en roleta fácil a la inicial. Puig había tenido una postemporada con promedio de .300 y .855 de OPS para un excelente tramo.
Son postales curiosas del béisbol.
¡El juego es impredecible y acá estamos para contártelo mejor!