El pinareño Yobal Dueñas, uno de los más grandes camareros que han pasado por las Series Nacionales de Béisbol, es un auténtico surtidor de anécdotas curiosas, reveladoras y/o simpáticas. La que sigue, surgida durante el alistamiento de una preselección cubana, lo relaciona con su comprovinciano José Ariel Contreras.
En una aparición en ‘El Show de Swing Completo’, Yobal Dueñas relató que “hubo un entrenamiento del equipo Cuba donde yo me estaba jugando el puesto. Pero como se sabe, la segunda base era la más difícil junto con la tercera. En aquella pelota salían jugadores de segunda base a chorros. Antonio Pacheco y Juan Padilla eran al seguro, y además estaban Oscar Macías, Alexander Ramos, Enrique Díaz”…
El pitcheo de entonces estaba repleto de brazos de calibre, así que ni corto ni perezoso, Yobal Dueñas quiso “amarrar” su desempeño al bate con una de las principales figuras del staff, el ya referido José Ariel Contreras.
Yobal Dueñas: por lana y trasquilado
“Me le acerqué y le dije que si me iba a lanzar en la preparación, que fueran rectas a ver si podía hacer un buen papel. Y sí, él me tiró tres rectas, pero a 97, 98 y 99 millas por hora”, dijo entre risas para añadir que al término de la sesión de prácticas, el legendario derecho le preguntó “¿qué te pasó, caballo?, yo te tiré recta como me pediste”.
“Sí. Pero yo te dije recta, no rectona”, fue la escueta respuesta del gran Yobal Dueñas.
El colofón de la historia tuvo lugar cuando, luego de sufrir un calvario ante los envíos de José Ariel Contreras, el hombre regresó al dugout contrariado y se encontró con el inicialista habanero Antonio Scull, que no tuvo reparos al decirle “eso es para que tú veas lo malo que es tener en contra al tipo ese”.
Aunque Yobal Dueñas no menciona el evento para el que la preselección cubana entrenaba a la sazón, es de suponer que fuera para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 o el Campeonato Mundial de Taipei de China 2001, pues en ambos rosters coincidió con los otros dos personajes involucrados en la anécdota.
Bromista impenitente, el estelar camarero pinareño supo dar muestras de calidad desde los 18 años, una vez que le tocó ser quinto en un orden al bate que tenía delante a Omar Linares y Luis Giraldo Casanova.
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Cumplir a plenitud esa responsabilidad, lo ha dicho en numerosas ocasiones, constituyó su mayor orgullo en el deporte.
En el béisbol cubano, Yobal Dueñas dejó números que obligan a citarlo cada vez que se habla de los intermedistas más ilustres, ya sean Pacheco, Padilla, Macías, Alfonso Urquiola, Félix Isasi o Rey Vicente Anglada.
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