Por Alexander García
Si Yoenis Céspedes ansiaba un regreso por todo lo alto al primer nivel del béisbol, ese momento era este, que se presenta con la actual temporada.
Cuando a finales de julio la voz de play ball marque la pauta en las Grandes Ligas, el oriundo de Campechuela tendrá en sus manos una vez más, la posibilidad de reafirmar su calidad como pelotero, más allá de los Mets de Nueva York y de una campaña recortada en MLB.
A sus 34 años “la Potencia” cuenta con aval suficiente para desforrar el pitcheo de sus rivales, con más veras después de lucir en plenitud de facultades en esta nueva pretemporada que arrancó hace unas semanas.
Para nadie es secreto; las cosas con Céspedes vuelven otra vez a su origen, a su punto de partida. El eterno retorno; contextos similares, protagonistas con idénticos matices, quizás unos de años de más, pero la mente ahí, en calma, sosegada. Yoenis está en la cima, el reloj de arena que compone, el tiempo regresa atrás, a la Serie Nacional en Cuba, cuando en la temporada 2003-2004, el granmense debutó y peleó el premio al novato del año con Frank Montieth; 302 de average y un slugging de 503.
Otra vez, flashazos
El 13 de febrero de 2012, Yoenis Céspedes firma con los Atléticos de Oakland y pacta su cita con el destino. Ya estaba en el olimpo del béisbol. Un año después, en 2013, en el Citi Field, la casa de su equipo actual, ganó contra todo pronóstico el Derby de Jonrones correspondiente al Juego de Estrellas de ese año.
«Céspedes la bota bien lejos por el left field en el Coliseo de Oakland frente a Fredy García, sufre contra Félix Hernández, pero logra conectarle par de buenas… Corre largo hacia atrás y al otro lado de la cerca le saca un jonrón a Kurt Suzuki», así empezaba la temporada 2015, era el 6 de abril.
En 2014, un año antes de aquella jugada memorable en Comerica Park, Yoenis es llamado al Derby de Jonrones otra vez. En esa oportunidad por José Bautista y repite, entra a la historia junto a Ken Griffey Jr, como los dos únicos peloteros en conseguir ese hito.
Así de cabalgatas, como un gitano, como el llanero solitario, así Yoenis había andado desde su salida hacia Boston, primero por John Lester, luego a los Tigres por Rick Porcello y entonces, cuando todos esperábamos que formara un due up de espanto junto a Miguel Cabrera -¡Pumm!- es cambiado a los Nueva York Mets.
La historia se resume en eso -¡ir siempre adelante!- ; no se trata de casualidades, todo es una cuestión de hechos.
Y sí, Céspedes sigue ahí, con contrato renovado, a veces trastabillando, parece que lo sacan, pero no, sigue y una vez más luce durísimo. ¡Hay Céspedes para rato!-parece decir; su vida, su historia lo vuelven leyenda. De Cuba y para el mundo es la Potencia.
Nos vemos a la vuelta.