Por Africa Duarte
De uno de los escándalos más sonados durante el 2018 estaremos comentando hoy, y es que a estas alturas, dos años más tarde, es una pena que siga siendo tan conflictiva y mediática la historia en la que priman intereses de toda índole y se piense poco en la estabilidad emocional de un menor de edad.
Hace poco, últimos días de Enero, el 27 para ser más exactos, fue el cumpleaños de Yunel Jr., Yuyo, fruto de una relación entre la cubana Annaby Pozo (actual pareja de Randy Malcom, cantante del grupo Gente de Zona) y el pelotero cubano Yunel Escobar.
Su cumpleaños número 8, como en años anteriores, fue compartido a través de las redes sociales de su mami, quien dio los pormenores del evento y envió cariñosos mensajes de felicitaciones para su hijo mayor.¨ Feliz cumpleaños mi Yuyo. Cumples ya tus 8 añitos. Estoy feliz por tener al mejor niño del mundo. Te amo mi negro. Gracias infinitas a mi Sisi por siempre correr con mis fiestas y a todo el equipo encargado de la decoración hermosa¨, escribió.
La fiesta estuvo organizada por la empresa Epics Events Miami, y estuvo inspirada en el popular videojuego Fortnite, pues en la ambientación de accesorios y pastel, se dejaban ver imágenes de los héroes de este juego. En las fotos publicadas se veía al pequeño feliz, disfrutando y divirtiéndose, acompañado de una gran cantidad de niños, en un espacio al aire libre y de su familia cercana, de la que fue desterrada desde hace mucho tiempo su papá o cualquier familiar cercano a este.
Sin embargo, nada impidió que desde la distancia papá Yunel escribiera su mensaje de felicitación cargado de amor y de añoranza por no poder compartir, junto a su hijo, momentos de su vida y sobre todo un día tan especial. Unas de sus palabras fueron: “Me duele que no puedo ser tu guía día a día. Que aprendas de otros valores que no comparto y que no te lleven por buen camino a ser un hombre íntegro.”
Para el que no sabe o no está muy enterado, esta historia de malos entendidos cabalga de forma pública ya hace casi dos años, pero realmente, viene sacudiéndose el polvo desde hace más.
El estallido comenzó, cuando en Septiembre de 2018, el pelotero Yunel Escobar hiciera unas fuertes declaraciones a través de un video emitido en directo en el que acusó a Annaby Pozo y al integrante de Gente de Zona de tener que mantenerlos y pagar el alto nivel de vida del que presumen en las redes sociales, alegando también que la cubana obstaculiza los encuentros de Yuyo, su hijo, con la familia paterna y que tienen que avisar con antelación, en un plazo de entre cinco y siete días, para poder acudir a verlo.
Durante 8 años el pelotero ha estado batallando con Pozo por el Child Support (manutención del pequeño), pagando mensualmente 6500 dólares.
Annaby, a su vez, no se ha quedado de brazos cruzados ante estas provocaciones y salió a defender a su familia y a ofrecer su versión de los hechos haciendo comentarios en la cuenta de su actual esposo.
Entre otros dimes y diretes, hasta de corte y cifras tan astronómicas como lo son 87 000 usd se habló en pagos de un Child Support retroactivo.
Yunel Escobar, que no ve juego en las Grandes Ligas desde el 2017, ganó un estimado de 38.6 millones de dólares en su carrera de 11 años.
Mientras tanto, la tensión se mantiene y más allá de la felicidad aparente, un pequeño se ve en medio de dos bandos y no importa cuánto se trate de aislar, los niños siempre estarán al pendiente de cualquier tirantez en el ambiente y sobre todo a medida que crecen.
Cuando no se manejan bien las diferencias, estas pueden provocarle sensación de culpa e indefensión y trataran de huir del malestar propiciado, pero resulta que cala a lo interno y van instalándose de forma silenciosa y sutil, otros daños.
Ojalá estos jóvenes padres, muy capaces, se llamaran a capítulo despojándose de intereses individuales, practicaran la comunicación respetuosa e intentaran no buscar más culpables.
Ojalá su próximo cumpleaños, sea tan bello y espectacular como lo fue este y se agregue a su día especial, la dicha de poder compartir en armonía con TODA su familia.
