Yuniesky Maya: un eterno guerrero desde el box

Por Alexander García Milián Su nombre, su figura, su imagen, todo es como polvo en el viento y sin embargo así, casi inerte se compone una y mil veces para mostrarnos su espíritu  de peleador. Las caras de Yuniesky Maya son de esa manera, llenas de una expresividad sin fin que denotan la fuerza con […]

Por Alexander García Milián

Su nombre, su figura, su imagen, todo es como polvo en el viento y sin embargo así, casi inerte se compone una y mil veces para mostrarnos su espíritu  de peleador.

Las caras de Yuniesky Maya son de esa manera, llenas de una expresividad sin fin que denotan la fuerza con la cual el pinareño asume sus retos, en Cuba, en Estados Unidos, en República Dominicana… con Pinar del Rio, con los Nacionales de Washington, con los Tigres del Licey, con las Águilas Cibaeñas; donde sea, siempre es Maya.

Recuerdos…

Es marzo de 2006, estamos en Puerto Rico y en el estadio Hiram Bithorn, Cuba y Panamá se juegan la vida en la primera edición del Clásico Mundial de Béisbol.

Al final del noveno inning, con el juego empatado Yuniesky Maya es el encargado de asegurar la continuidad del partido en extrainning…

La tensión aflora por todos lados, en el rostro de Higinio Vélez, en la voz de los narradores, pero Maya permanece inmutable, guapo, frío, mira a Rubén Rivera, coge las señas de Pestano y lanza… el tiempo se quiebra otra vez, se congela y en cámara lenta vemos la bola rozar la camisa del panameño, pero no, Rivera quería batear y no coge el pelotazo, bueno… Maya luce más serio, sobrado de ecuanimidad, lanza pegado otra vez … un elevado, el pinareño domina y salva al equipo, ahora mientras camina hacia el box, explota en llanto, llora pero no deja de caminar, es el, así, un guerrero; al final Cuba gana en buena medida gracias a Yuniesky.

Los recuerdos forman la historia otra vez, la memoria reconstruye las cosas y nos muestra un entorno más nítido, Maya en todas sus facetas, en cada momento, desde las Series Nacionales y el equipo Cuba hasta las Grandes Ligas.

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Al instante de escribir este artículo, leo noticia de que Yuniesky Maya abrirá por los Toros del Este el tercer juego del Play Off final de la LIDOM- el máximo certamen profesional en República Dominicana- leo y miro su foto otra vez, ya es un veterano, pero es el mismo tipo peleador, el hombre que batalla segundo tras segundo, hasta el final y… ¿Cómo no darle la bola a Maya?

El veterano pinareño llegó a los Toros como refuerzo tras concluir la fase de round robin en el certamen dominicano. Varios días tras, jugando con su entonces equipo, las Águilas Cibaeñas, Yuniesky Maya lanzó un juegazo y metió al elenco en semifinales.

La actuación de Maya condiciono todo para que fuera pedido como refuerzo. No solo por esta actuación, es su rendimiento sostenido como profesional y por eso allá en 2014, durante la Serie del Caribe de Margarita, le dieron la bola en el primer partido para lanzar por los Tigres de Licey.

Con Yuniesky Maya las cosas van todo el tiempo de frente, dándole el pecho a todo, retando a Yuliesky en aquel famoso Play Off de 2008, lanzando otro gran partido ante Japón en el segundo Clásico Mundial, en 2009, un juego que iba bien, incluso con bases llenas si a Céspedes no se le cae aquella bola… quizás la cosa hubiera sido distinta.

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Veo entonces un video de Maya lanzando por los Nacionales de Washington, ya había llegado al primer nivel en la MLB y en ese partido enfrentaba a los Bravos de Atlanta, el tipo lució imponente, dominante, a pesar de recibir 4 carreras y perder con posterioridad, Yuniesky se autorelevo como tantas veces y lució de lo lindo allí encima de la lomita… con Maya no hay casualidad, cada minuto peleando y dando batalla.

En Grandes Ligas, Maya tuvo una efímera experiencia pero llegó, llegó y dio la cara. El grueso de su labor como profesional ha radicado en el trabajo realizado durante los torneos invernales en el Caribe, en especial la LIDOM… Hoy, ya cercano a los 40 años, sigue dando noticia, sigue siendo el mismo guerrero de ayer.

… Otra vez…

Su nombre, su figura, su imagen, todo es como polvo en el viento y sin embargo así, casi inerte se compone una y mil veces para mostrarnos su espíritu de  peleador.

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