Por Andy Lans

El 8 de abril de 1980, la provincia de Santi Spíritus engendró a una de las leyendas del béisbol cubano. Aunque generalmente se espera a que un jugador cuelgue los guantes para elevarlo a esa categoría, creo que en el caso de Frederich Cepeda Cruz parece innecesaria dicha formalidad.

Arriba Cepeda a cuatro décadas de vida, que mejor regalo pudiera hacerle SwingCompleto que dedicarle unas líneas al hombre de mayor porcentaje de embasado (OBP) en las Series Nacionales.

Los comienzos

Los inicios de Frederich Cepeda en la pelota, nos llevan al estadio donde su padre entrenaba niños. Desde temprana edad, el progenitor de Frederich le insistía en que bateara a las dos manos. Al cabo del tiempo, el poderío del muchacho a ambos lados del home le valdría un escaño destacado dentro de la Mayor de las Antillas.

Cepeda debutó con los Gallos de Santi Spíritus en la Serie Nacional, versión 37. En aquel entonces defendía la tercera base, pero pronto optó por cambiarse a los jardines para disponer de mayores posibilidades para integrar el equipo Cuba.

En la campaña 2001-02, Cepeda da el salto de calidad. Los Gallos logran llegar a la postemporada, sin embargo caen en la final ante los Cachorros de Holguín. Frederich cedió el último out del séptimo encuentro al poncharse frente a Oscar Gil con empate y ventaja en circulación. El promedio de 394 del espirituano en ese playoff no le bastó para coronarse, de hecho, el título de Cuba continúa pendiente en sus vitrinas.

En su primer evento internacional, la Copa Intercontinental del 2002 en La Habana, Cepeda apenas bateó para 179. No obstante, exhibió un sentido tal de la zona de strike que le permitió sacar 15 boletos para un OBP de 477. La correcta selección de lanzamientos, devendría como su arma fundamental a los largo de su carrera.

Su primera gran exhibición en una final tuvo como escenario la Copa Mundial de 2003. En aquel último choque Frederich mandó a volar dos pelotas ante Panamá.

Versión doméstica

En 22 temporadas (6178 veces al bate) en la pelota cubana, Frederich presume una línea ofensiva de 333/481/567 con 1283 carreas anotadas (6ta posición histórica junto a Víctor Mesa) y 1197 impulsadas (7mo).

En cuanto a bases por bolas, Cepeda encabeza la lista de todos los tiempos en nuestros campeonatos locales con 1733, 177 por encima de Antonio Muñoz. El yayabero ostenta, además, el récord de más trasferencias por la vía del descontrol en una temporada con 109.

En la más reciente campaña Cepeda consiguió su hit dos mil y se convirtió en el décimo en disparar 300 jonrones en Series Nacionales para finalmente ubicarse sexto en el ranking de por vida (317) por detrás de Romelio Martínez (370), en la primera ronda, jugando con los Gallos.

La llegada de los refuerzos al Campeonato Nacional, coincidente con el recambio generacional de los Gallos, convierte a Cepeda en uno de los peloteros más deseados para las segundas fases, lo cual ha propiciado que Frederich vista las franelas de Artemisa, Villa Clara, Pinar del Río, Matanzas, y en este último año, Industriales.

Aunque los Azules quedaron eliminados de la postemporada luego de tres juegos ante los Toros de Camagüey, Cepeda cuajó un gran playoff al conectar para 455, pegar par de cuadrangulares y traer cinco compañeros para el plato.

Bajo los cinco aros

Atenas 2004 constituyó la primera experiencia de Cepeda en Juegos Olímpicos. El espirituano se erigió como tercero de los bateadores en aquella cita, solo superado por su compatriota Ariel Pestano y el japonés Shinya Miyamoto. Frederich molió para 455/514/727 con 10 anotadas. En el duelo por la presea dorada, Cuba venció a Australia 6×2, Cepeda terminó con 2 en 4 y boleto incluido, empujó par de rayitas.

Cuatro años después en Bejing, Cuba no alcanzó a retener la corona frente a Corea del Sur. Pese a la derrota, Cepeda produjo para 308/500/654 con 10 boletos ganados y par de vuelacercas.

El más duro en el Clásico…

Entre los pocos que han disputado los cuatro primeros Clásicos Mundiales aparece Frederich Cepeda. El 24 de Cuba, lidera los hits en estas lides con 32, los dobles con ocho, las impulsadas con 23 y las anotadas con 19. Su average general permanece en 381.

En el Clásico de 2006, Cepeda blandió su madero para 385 (10 en 26), contribuyó con ocho empujadas y despachó dos vuelacercas. En la final contra Japón, se marchó de 4-2 y maniató a Shunusuke Watanabe. Esa noche sus dos imparables significaron carrera. En el sexto episodio trajo al Yuli Gurriel con un doble, y en el octavo disparó un cuadrangular de dos corridas que acercaron a Cuba 5×6 en el marcador antes perder 10×6.

En la siguiente edición, el espirituano hirvanó 12 incogibles en 24 oportunidades para un promedio de 500, añadió tres cuatriesquinazos y remolcó a 10 compañeros. Se incluyó en el All Stars de la competencia e hizo delirar a más de un scout de la Gran Carpa.

Para el 2013, el yayabero mantuvo la tónica. Endosó ofensivamente un 474. De sus nueve imparables, tres fueron dobles, dos triples y un bambinazo que representaron cinco impulsadas. A término de los tres Clásicos iniciales Cepeda promediaba un excelente 449.

Las lesiones afectaban a un veterano Cepeda que bajó enormemente sus números en el IV Clásico. Un roling entre segunda y torpedero frente a China Popular fue el único hit de Frederich en la contienda en 15 turnos oficiales. Sin embargo, obtuvo seis boletos.

Swing Completo – Frederich Cepeda: “Que decida otro, yo NO me voy a retirar”

Otras incursiones internacionales

Cepeda se convirtió en el primer cubano contratado en la Liga Japonesa de Béisbol (NPB) bajo el auspicio de las autoridades cubanas, desde la firma del mítico Omar Linares.

Frederich no resultó de gran ayuda en 2014, ni en 2015, para los Gigantes de Yomiuri. El experimentado ligó 21 estacazos en 129 turnos para un anémico 194. Seis jonrones, 19 empujadas y 30 boletos maquillan su accionar en NPB, pero 44 ponches ratifican que no pasaba por un buen momento.

Sin embargo, cuando se pensaba que de Cepeda no emanaría más gloria, se echó a Cuba a los hombros en la Serie del Caribe de 2015. Allí bateó para 471 con par de dobles y un triple como extrabases. Impulsó siete carreras, de ellas cinco en la semifinal ante Caribes de Anzoátegui y una en el triunfo 3×2 sobre los Tomateros de Culiacán. Finalmente le concedieron a Cepeda, el MVP del torneo.

Frederich, recientemente ha incursionado en México tanto con los Piratas de Campeche como con los Olmecas de Tabasco. Cuando muchos piensan que está por apagarse, busca las energías para seguir activo, ahora más que nunca consciente de lo poco que le queda en el béisbol.