Por Franco Miguel Alvariño
A pesar de su corta edad, el cubano Yordan Álvarez constituye el verdadero exponente de un pelotero hecho para brillar en el béisbol de las Grandes Ligas. Así lo dejó saber a su afición del Minute Maid Park cuando los locales, Astros de Houston, enfrentaban a los Indios de Cleveland.
Cuando se disputaba el cierre del quinto capítulo, Yordan aprovechó un cambio de velocidad a 85 millas de J.C. Mejía en conteo de una bola sin strike, para poner la Rawlins más allá de las cercas del jardín central con cuadrangular de dos carreras. Michael Brantley aprovechó la ocasión para pisar el home plate.
Tras este batazo de vuelta entera, “El Ébano” cortó una racha adversa de 21 turnos fallidos de forma consecutiva. Antes de culminar las acciones entre Astros e Indios, el tunero había recibido boleto de libre tránsito en su primera visita al rectángulo ofensivo. Luego falló con roletazo por el cuadro hasta que pudo llevarse la barda, por lo que tuvo 23 comparecencias sin pegar indiscutible.
Antes de este pleito, Álvarez registraba una línea ofensiva de.283/.350/.858, esto gracias a 83 inatrapables en 293 oportunidades. En total ha conectado 34 extrabases, es decir, el 41 por ciento del total de hits.
Este jonrón significó su estacazo número 17 del campeonato ligamayorista. Además, llegó a 58 remolques en el 2021. Como parte de la armada de los siderales, quienes se enrumban a clasificar a otra postemporada, para el bateador designado de la franquicia tejana se prevé una mayor responsabilidad, madero en mano, para materializar dicho objetivo de los campeones de la World Series 2017.
Cuando Yordan batea en cuenta de 1-0 ha despachado tres veces las costuras, su mayor cota en este sentido. Aunque los patrones en cuanto a conteo muestran cierta paridad, curiosamente todavía no logra el batazo en tres y nada.
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