Por Swing Completo
El infielder cienfueguero César Prieto continúa sus entrenamientos para su presentación ante los scouts y con ello conseguir su sueño de firmar un contrato en el béisbol profesional de Estados Unidos tras abandonar la selección nacional el pasado mayo.
Después de fugarse de su equipo en el momento de llegar al hotel de West Palm Beach a solo horas de comenzar el torneo preolímpico de Florida, el muy valorado prospecto oficializó su lazo con David Hastings y Josefa González Hastings como agentes del jugador.
El principal antecedente de este matrimonio había sido otro jugador de cuadro de Cienfuegos que desde hace años se desempeña en la MLB, Yoan Moncada, a quien le consiguieron un contrato de 31.5 millones con Boston en marzo de 2015 y de ahí también salió la esposa que todavía mantiene.
César Prieto comenzó su adiestramiento en Tampa, al mismo tiempo que iniciaba su proceso legal para así tener derecho a ser considerado elegible para firmar, ya sea en el draft internacional o en el amateur en caso de quedarse en territorio estadounidense.
La decisión del que muchos consideran el mejor talento del béisbol cubano que todavía no pertenece a alguna franquicia de Grandes Ligas de ser representado por estas personas/compañía, junto a otros factores significativos, hizo que el lanzador villaclareño Pablo Luis Guillén tomara igual determinación.
Lógicamente con en ello también influyó la amistad que ambos peloteros sostienen desde hace varios años.
El caso de Guillén es bastante peculiar, pues el talentoso pitcher desestimó el viajar a un tercer país, incluyendo España, que por su condición de ciudadano de la nación europea podía ser una variante.
El líder en efectividad de la 60 Serie Nacional, con experiencia en la temporada invernal de Venezuela de 2020-21, había entrenado las primeras semanas con su coterráneo Orlando Chinea, pero el monticulista cambió hace par de semanas para otra academia de Tampa en la que sobresale la figura del exlanzador de Industriales Antonio Romero.
Allí se mantiene de momento con un fuerte adiestramiento con vistas a oficializar su condición legal en un principio, para luego tener derecho a entrar en el draft norteamericano, igual situación por la que pasarán otros cubanos que decidieron acogerse a la residencia de Estados Unidos como es el caso del cerrador capitalino Andy Rodríguez.
Guillén es un lanzador con material para llegar al menos a Ligas Menores. Solo el perfeccionamiento de sus potencialidades y superar sus defectos técnicos y en general, más un poco de suerte para sus resultados y sobre todo, para estar en una organización con el espacio suficiente que lo incluya tal vez en el nivel superior.
Pablo llegó a Miami este verano de manera legal con visado ESTA con el objetivo primario de pasar junto a su progenitor Blas Guillén el “Día de los Padres” y su cumpleaños, aunque no era la primera ocasión en que viajaba a ese país. Dos años antes lo había hecho como parte del equipo cubano que bajo la dirección de Rey Vicente Anglada jugó la Liga CanAm y el tope frente a la selección universitaria local.
Este 2021 aunque su exclusión del plantel que jugó el preolímpico americano causó polémica, luego lo incluyeron en la Copa Caribe de Curazao de la que desistió de participar para poder cumplir su propósito de volar a Estados Unidos. Semanas después de estar en Florida comunicó que no regresaría a Cuba por un tiempo, por lo que fue dado de baja de la preselección sub-23 para el Mundial de México y posteriormente de la villaclareña para la próxima Serie Nacional.
De los lanzadores que han salido de Cuba para establecer un nuevo objetivo, en este caso dentro del béisbol organizado norteamericano, es Guillén uno de los que cuenta con mayores facultades.