¿Arruebarrena y Gracial justificarán su nivel profesional? ¡Matanzas lo necesita!

Por Enrique Rey/SwingCompleto

Los 39 turnos al bate donde Yurisbel Gracial y Erisbel Arruebarrena se han combinado para pegar sólo tres hits en esta final, han sido suficientes.

Si no despiertan… si no justifican su conocido nivel profesional, el que al menos le debería servir para brillar por encima de todos al nivel de la decaída Serie Nacional actual: Difícilmente, los Cocodrilos de Matanzas puedan ganar su primer título en la historia.

No hay duda de la calidad de ambos, sobre todo para ‘reventar’ el pitcheo actual de la Serie Nacional —dejando a un lado a los abridores de Camagüey en estos playoffs—, pero poco han podido hacer “al bate” por los Cocodrilos en esta final.

Y si a eso le sumamos que el cátcher Ariel Martínez (quien estaba encendido promediando .579) se lesionó en el Juego 4, las probabilidades ofensivas de power con que cuenta el manager Armando Ferrer se han visto limitadas.

Ahora, todo se reduce a la “bomba” del capitalino Javier Camero, quien ha asumido con valentía e ímpetu la responsabilidad de ser el cuarto bate. El a veces subvalorado swing de Jefferson Delgado, la disciplina en el plato de Yasiel Santoya, el talento de César Prieto, dándolo todo en cada turno, y los destellos de Raico Santos y Eduardo Blanco, que sufren de intermitencia.

Pero en el hipotético caso que todos ellos y otros jugadores de Matanzas brillen: Gracial y Arruebarrena, dondequiera que estén ubicados en el lineup, son peloteros necesarios, vitales para buscar los éxitos.

La defensa de ambos ha sido maravillosa, tanto el alcance como el poder de sus brazos—aunque “El Grillo” ha cometido mínimas imprecisiones—, pero tanto el MVP del Softbank como el ex Dodger, necesitan resurgir con la “maraca”.

Luego de perder 9-6 el match número cinco de este playoffs final, cuando tenían la fiesta preparada para celebrar en casa, los Cocodrilos tendrán que imponerse y cortarle las halas a los Toros, tan rápido como este sábado en el Juego 6.

Llegó la hora de responder, desde Freddy Asiel Álvarez, quien se quedó a deber, admitiendo cinco limpias en el Juego 5, hasta quienes deberían ser, por mucho, los principales protagonistas del esperado título para los Cocodrilos.

Por estos días, muchos fanáticos han recordado a VM32, destilando todo tipo de mensajes, recuerdos y vivencias. Es cierto que el “Show Mesa” no pudo ganar ningún título y perdió dos finales. Irrebatible.

Es cierto que les inyectaba presión a sus jugadores, con métodos y decisiones tan polémicas como inesperadas, pero también es cierto que, “a la hora de los mameyes”, los grandes de su nómina no justificaban.

Yurisbel Gracial es uno de aquellos sobrevivientes. Erisbel Arruebarrena, se unió en esta campaña a esa fórmula y los jonrones que ‘prometieron’ sus números se desaparecieron como sus días en los Ángeles.

Después de tener el título cerca de  sus manos, ¿Armando Ferrer sufrirá la herencia de aquella poca “casta” de los supuestos “grandes” a la hora buena?

Pronto lo sabremos, si Gracial y Arruebarrena justifican su nivel.

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