A LO Barry Bonds y Ted Williams: Yasmani Grandal impuso ritmo de leyendas

Por Juan Páez

En términos ofensivos, Yasmani Grandal es una rara especie que, contrario a lo que mentes tradicionales podrían pensar, es de gran valía en el terreno de juego. Si sus apariciones al plato fueran suficientes para calificar y aparecer en las listas de promedios, su average ahora mismo (.177) sería el tercero peor en las Grandes Ligas. Pero al hablar del receptor cubano de los Medias Blancas de Chicago, hay que utilizar otro tipo de lupa.

Más allá de su impecable defensa y de sus cualidades para llamar los juegos de pelota, el valor de Grandal como bateador se reduce a poder y bases por bolas. Si bien es cierto que su promedio de bateo es de .177, su porcentaje de embasado está en .389, un registro que se ubica en el lugar número 13 de todas las Mayores, igualado con Ronald Acuña Jr. De hecho, gracias a ese alto OBP y su aceptable .415 de slugging, su OPS es un respetable .804.

Ahora mismo, sin incluir la jornada del lunes, Grandal es segundo en boletos en el big show, con 58, solo superado por Joey Gallo (Rangers de Texas). Lo impresionante para el catcher antillano es que el 25.6 por ciento de sus apariciones al plato terminó en pasaporte, un incremento de 10.1 por ciento con respecto al año anterior (15.5 %).

Ese brillante número, muy atípico en toda la historia del béisbol de las Grandes Ligas, lo tiene al lado de dos leyendas del juego: Barry Bonds y Ted Williams, dos de los bateadores más insignes de este deporte. A este punto, solo el citado par ha terminado al menos una campaña con, por lo menos, 25.0 por ciento de boletos por apariciones al plato. Williams lo hizo una vez, en 1954 (25.9 %), y Bonds lo hizo consecutivamente en cuatro ocasiones: 2001, 2002, 2003, 2004.

Hablando de ese porcentaje elitista y de la historia de los Medias Blancas de Chicago, no es descabellado pensar que Grandal podría romper el récord del equipo, impuesto por el inmortal Frank Thomas, con 21.1 % en 1994. Más que mantener el ritmo, lo fundamental ahora mismo para el isleño parece ser acumular la mayor cantidad posible de viajes totales al plato o, lo que es lo mismo, aumentar su tiempo de juego con los patiblancos.

Más y más

Pero ese no sería el único récord que podría romper Grandal con todos los boletos que reciba en lo que resta de campaña. En Swing Completo, encontramos dos guarismos bien particulares que podrían incrustar a Yasmani con más fuerza en la historia del béisbol de Grandes Ligas.

Antes de entrar en materia, su proyección hasta ahora en transferencias recibidas es de 122 para el final de la ronda regular. Ese no solo sería la máxima marca en la historia para un pelotero cubano, sino que también sería el quinto jugador de los Medias Blancas en alcanzar ese número, además de Thomas (3), Lu Blue, Tony Phillips y Luke Appling.

Pero por si fuera poco, ese cálculo de 122 bases por bolas le daría a Grandal el título del receptor con más boletos recibidos en una sola temporada de las Mayores. Actualmente y desde 1993, ese reconocimiento le pertenece a Darren Daulton, quien totalizó 117 pasaportes jugando como receptor con los Filis de Filadelfia.

El presente es bueno para Grandal y los patiblancos, que están en el primer lugar de la División Central de la Liga Americana. Quedará esperar al final de la ronda regular para ver si las proyecciones se cumplen.

Scroll al inicio