SE CALENTÓ Pinar: Policías escoltaron árbitros tras decisión errónea

La afición reclamó una decisión arbitral en beisbol cubano

Los constantes errores arbitrales en la 63 Serie Nacional del beisbol cubano hicieron que la jornada del martes 16 de abril fuera testigo de un suceso lamentable y penoso. El asunto tomó tanta magnitud, que los encargados de impartir justicia tuvieron que ser escoltados por las autoridades del orden o iban a ser linchados. Así de trágico estuvo a punto de ser el día.

El trabajo de los jueces fue puesto en tela de juicio anteriormente en incontables ocasiones, pero las medidas brillaron por su ausencia. En el listado de desatinos aparecieron expulsiones injustas, strikes fantasmas y decisiones totalmente erradas en las almohadillas. Pero como aquella vieja canción, «la vida siguió igual».

La subserie entre los equipos de Matanzas y Pinar del Río en casa de estos últimos fue «la gota que colmó el vaso». El desafío pareció transcurrir por los senderos de la tranquilidad, ya que los matanceros llegaron al octavo inning con ventaja de ocho carreras por cuatro, pero para nada fue así. La tropa pinareña no se rindió tan fácil y armaron un motín en el octavo capítulo, logrando anotar en par de oportunidades. Sin embargo, el desastre llegó en la novena entrada.

Los más occidentales se acercaron peligrosamente en el marcador, gracias a un cuadrangular de Yasser Julio González. Acto seguido, Jorge Rojas conectó un doblete que enardeció a los presentes en el estadio Capitán San Luis. El empate pareció posible, aún cuando el próximo bateador se ponchó. No obstante, el infierno se adueñó del recinto.

El beisbol cubano y otro error arbitral

Un pitcheo desviado posibilitó que Mario Sánchez, quien entró por Rojas, corriera para alcanzar la antesala. El receptor lanzó en busca de facturar el out y su envío llegó sin tiempo, pero un error colosal del árbitro Ricardo Campanioni selló el instante. ¡El umpire declaró out! ¡Increíble!

Al concluir el encuentro los jueces actuantes recibieron palabras ofensivas y varias personas se aglomeraron expresando su incomodidad. La ira fue tanta que la tensión escaló más y más. Una confrontación física estuvo a punto de ocurrir.

Las fuerzas policiales hicieron acto de presencia y sirvieron como escudo a los imparciales, quienes se retiraron entre decenas de rechiflas. Los seguidores del elenco de Pinar del Río tenían reclamaciones por hacer y fueron más que evidentes.

Otro tropiezo se multiplicó en el beisbol cubano. Una y otra vez lo ocurrido parece un dejá vu. ¿Tendrá que aparecer un acto fatal para que se tomen medidas? Las respuestas brillan por su ausencia.

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