Como trascendió en fechas recientes, el equipo de los Leñadores de Las Tunas del beisbol cubano no pudo viajar a jugar su desafío correspondiente en la Isla de la Juventud. Una supuesta rotura del barco que los llevaría al Municipio especial los dejó varados en Batabanó y fuera de la competencia momentáneamente.
Además, todo parece indicar que este jueves 28 de marzo tampoco jugarán su choque ante Los Piratas de La Isla. Nuestro medio, en exclusiva, consiguió imágenes del entrenamiento más reciente de los actuales campeones nacionales. Este, dicho sea de paso, en condiciones muy por debajo de los estándares necesarios y fuera de instalaciones deportivas.
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Campeones del beisbol cubano entrenaron a las afueras de hotel
Tras no poder viajar hacia la Isla, los tuneros culminaron regresados a La Habana y hospedados en el Hotel Panamericano, en Cojímar, Habana del Este. En este contexto, y tras quedar sin poder competir, los jugadores y la directiva decidieron entrenar bajo las mínimas condiciones a las afueras de la instalación.
Algunos de los peloteros realizaron corrings en una de las calles aledañas, en bastante malas condiciones, por cierto. Asimismo, en uno de los árboles del terreno baldío ubicado en la zona trasera del hotel, los campeones del beisbol cubano improvisaron una práctica de bateo. Allí, colocaron un soporte y una malla pudimos observar a varios de ellos hicieron swings y boleo, como pueden apreciar en las imágenes que compartimos con este texto.
Mucho que desear
Si bien es plausible el espíritu deportivo y la capacidad de respuesta de los Leñadores de Las Tunas, en contraste deja mucho que desear la organización (una vez más), el apoyo logístico de los encargados del pasatiempo nacional. Si bien es cierto que estos incidentes pueden suceder de forma sorpresiva, es necesario garantizar de forma urgente las mejores condiciones para los deportistas. Ya bastante tienen nuestro atletas con los bajos salarios y la lejanía de sus familias, entre otras cuestiones inherentes al contexto nacional cubano.
Incluso, una coordinación rápida de los órganos locales con los encargados del terreno de El Picadero en Alamar, podía haber mejorado ostensiblemente las condiciones del equipo de Las Tunas en su entrenamiento. Aunque, para ello, también hubiese sido necesario garantizar transporte para el equipo, el estadio alamareño está a pocos kilómetros de Cojímar y tiene muchas mejores condiciones que el terreno baldío tras el hotel, la calle llena de huecos y la red improvisada en el árbol.
Cuando algunos se pregunten por qué tantos peloteros jóvenes y no tan jóvenes abandonan el beisbol cubano en este texto pueden encontrar una respuesta más.
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