Por Guillermo Sánchez
El partido de Minnesota Twins vs Chicago White Sox estuvo lleno de momentos emotivos, sobretodo en la parte final del encuentro, desde el JONRONAZO de Yasmani Grandal para igualar las acciones en el octavo episodio, hasta el Walk-off de su compatriota José Abreu unos minutos más tarde.
Pero un poco antes de ese batazo de Abreu que le diera la victoria a los de Chicago 4×3 ante su rival de división, se vivió un momento incómodo: SE VACIARON LAS BANCAS en el U.S. Cellular Field.
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Transcurría la parte baja del noveno inning, luego de un roletazo de out de Josh Harrison, llegaron dos sencillos: Romy González y Elvis Andrus, llegaba a la caja de bateo Andrew Vaughn, el lanzador era Jorge López (quien a la postre caragría la derrota) y se venía la tensión.
López envía un sinker a 97 mph que cae de lleno en el hombro de Vaughn, este, visiblemente molesto suelta el bate y toma su camino a la primera base. El lanzador de Los Mellizos ni siquiera se inmutó por tener al frente al árbitro principal y gritó improperios a Andrew y aunque su compañero, el receptor Gary Sánchez fue a calmarlo, ya la chispa había sido encendida. En un abrir y cerrar de ojos las bancas de ambos clubes estaba en el diamante defendiendo cada quien a los suyos.
Los árbitros calmaron la situación en el terreno, de hecho fue el mismo Carlos Correa quien se acercó a los lados de primera base y calmó a su rival Andrew Vaughn. Terminado el altercado, los jueces colocaron en «WARNING» a ambos equipos, decisión que no tomó muy bien el manager interino de Chicago: Miguel Cairo.
Tan solo minutos después viene el batazo de José Abreu, y bueno…