Por Yasel Porto/ Fotos Boris Luis Cabrera
El estadio Latinoamericano, el principal parque beisbolero de Cuba, había sido testigo de múltiples acontecimientos socio-deportivos, pero lo que sucedió este 28 de enero fue la primera ocasión en sus más de 70 años de existencia.
Cumpliendo con la voluntad del reconocido historiador y cronista Ismael Sené, fallecido en La Habana el pasado 18 de enero, sus cenizas fueron esparcidas por varias zonas de la emblemática instalación.
Fue una emotiva mañana en la que familiares, amigos y colegas dedicaron palabras al Presidente del Consejo Nacional Martiano “Béisbol de Siempre”, miembro de la Sociedad Americana de Investigadores del Béisbol (SABR) y del Salón de la Fama “Palmar de Junco” desde el próximo 6 de febrero.
Además de la fecha sublime que conmemora un nuevo aniversario del natalicio del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, este 28 de enero se cumplían dos años del surgimiento del proyecto comunitario beisbolero que Sené presidió desde sus inicios.
Con el fondo de la legendaria canción “Take me out to de ball game” en su versión de himno, el casi centenar de asistentes compartió con su familia la acción de situar las cenizas de Sené en todo el terreno, el dogout de home club, las estatuas de Martín Dihigo y Adolfo Luque, y el asiento donde se sentaba desde niño.
Aunque se sabe de hechos similares en otros estadios, pero es primera vez en el llamado “Coloso del Cerro”, sitio al que estuvo muy unido a otro coloso del deporte por su presencia allí en muchos momentos trascendentales, además de ser el espacio donde compartió con el público un sin número de historias mientras existió el programa de TV “Béisbol de Siempre”.
Los dejamos con el video que recoge algunos de los momentos bien emotivos que fundieron por siempre a dos íconos del béisbol cubano como estadio y como personalidad de la pelota, material que tiene la música de una de sus películas favoritas: “Por amor al juego”, que también amenizó la ceremonia.