Que Aroldis Chapman comenzara a mostrar su verdadera cara en las postrimerías de los partidos era cuestión de tiempo y fueron los Detroit Tigers los que sufrieron las consecuencias de ese ascenso en su rendimiento. Por segunda jornada consecutiva, el cubano retiró la novena entrada para apuntarse su tercer salvamento de la temporada.
Los Yankees llegaron con ventaja de 5×3 al último inning y fue el zurdo holguinero el encargado de sellar el éxito y tal como hiciera 24 horas atrás, no decepcionó. A pesar de recibir un imparable, retiró sin dificultad a los tres restantes bateadores.
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La entrada comenzó con cañonazo al jardín derecho del emergente Willi Castro ante un rectazo de 96.4 millas; pero ese fue todo el gasto ofensivo de los Tigres ante el «Misil Cubano» y aunque no recetó ningún ponche, ninguna de las conexiones logró su objetivo.
Un fly al jardín izquierdo de Eric Haase, rolling a tercera de Robbie Grossman y línea al center field de Austin Meadows, fue todo lo que pudieron hacer. Apenas necesitó 15 lanzamientos, 12 de ellos en zona de strike, dando una muestra de cuanto ha mejorado su control.
Tras siete salidas, Aroldis suma tres salvamentos en igual número de oportunidades, sumando cinco entradas y un tercio, en las que aún no le fabrican carreras y sólo le han conectado un imparable; precisamente el de esta noche.
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Sus problemas radicaron en el control; sobre todo en dos de sus salidas, en las que regaló cuatro boletos. Con un PCL inmaculado, le batean para un pobre .056 y su WHIP anda por 0.94; también ha ponchado a siete contrarios, para promedio de 11.81 por cada nueve entradas.
En sus dos últimas presentaciones, su porcentaje de strikes ha mejorado muchísimo; para un 66 % en 88 envíos para el plato, superando ya su media histórica que es de 64. Además, elevó su cantidad de juegos salvados a 309 en 347 oportunidades; exhibiendo un exorbitante tasa de éxito de un 89 %.
