Por Migue Guerra
Podemos emplear muchas horas debatiendo el legado de aquellos deportistas considerados “fenómenos” en sus respectivas disciplinas, ya sea por años de constancia, premios y sacrificios o por alcanzar récords inigualables.
En el béisbol nos sentimos dichosos de que uno de esos “fenómenos” de los últimos tiempos en Grandes Ligas sea un cubano. Nacido el 28 de febrero de 1988 en la provincia de Holguín, Albertin Aroldis Chapman lanzó el pitcheo más rápido del que se tenga registro en la historia de la MLB, con una velocidad de 105.1 millas por hora.
Entre muchos de sus logros figuran siete juegos de estrellas, premio Mariano Rivera al mejor relevista de la Liga Americana en el año 2019, 300 juegos salvados en grandes ligas y campeón de serie mundial con los Chicago Cubs en 2016.
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En el Show de Swing Completo del día 23 de marzo de 2021, tuvimos la dicha de contar con la presencia del estelar cerrador zurdo de los Yankees de New York. La entrevista estuvo cargada de preguntas interesantes y respuestas inesperadas, una de esas preguntas fue realizada por un fanático desde el chat público del programa, haciendo referencia a una ocasión en la que Chapman se enojó con el entrenador de pitcheo porque lo iba a sacar del box en el estadio Capitán San Luis de Pinar del Río.
¿Cómo era esa cuestión temperamental de Chapman con los entrenadores?
«Jajaja, en ese tiempo yo era un poco rebelde, de verdad, era un problema. Recuerdo de ese momento que me sacaron, fue con el entrenador Héctor Hernández que tuvimos “sus cosas”».
«Yo creo que tenía hombre en tercera base, y venía a batear la segunda base de ellos en ese tiempo, no recuerdo el nombre, él fue a hacerme un squeeze play (toque de sacrificio cuando hay un corredor en tercera base) y falló. Luego miré para el dugout como enojado porque no me gustaba que me tocaran la bola».
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«En el dugout estaba Maya y Lazo, ellos me decían: “esto es pelota, pitchea que esto es pelota”».
«Después vuelvo a hacer el lanzamiento y el hombre conecta foul (batazo fuera de la zona legal del juego), nuevamente miro para el dugout y me dicen lo mismo».
«Entonces di pelotazo y al próximo bateador le di pelotazo también, luego el manager salió (en dirección al box) para sacarme, me dice: “eso es una falta de respeto, conmigo no se puede hacer eso”».
«Eso fue ese día, no era que estaba repartiendo pelotazos por todos los equipos, solamente fue ese día que estaba descontrolado, yo no soy de dar pelotazos».
Nos encantaría conocer tu opinión sobre las palabras de Aroldis Chapman, puedes escribir tus ideas en la caja de comentarios.
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