El equipo Cuba que participará en el venidero Clásico Mundial venció en el segundo juego de preparación a los Dragones de Chunichi con pizarra de 3×2. Un encuentro con protagonismo del pitcheo de uno y otro lado.
Cuba marcó bien temprano, en la misma primera entrada. Luego de un out, Yoelkis Guibert conectó doblete; luego avanzó a tercera por rolling al cuadro de Yurisbel Gracial y ya con dos outs, Alfredo Despaigne lo empujó con un texas al jardín izquierdo.
A pesar de esa carrera, el abridor de los Dragones, Hiroshi Suzuki lanzó cinco magníficas entradas; obligando a roletear mucho por el cuadro y manteniendo a raya a la ofensiva cubana.
Por su parte, el tunero Carlos Juan Viera fue el abridor por los cubanos. Viera caminó tres entradas sin mayores complicaciones. Continuando con la planificación de los lanzadores; Liván Moinelo lanzó el cuarto con un boleto al ex bigleaguer Aristides Aquino. El zurdo pinareño dominó a los otros tres rivales; entre ellos a Zoilo Almonte y Yuma Fukumoto.
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Marlon Vega trabajó la quinta de manera efectiva, pero en la sexta se complicó en demasía. Apenas pudo dominar a uno de los cinco bateadores que enfrentó y permitió la del empate al regalar un boleto con las bases llenas. El yumurino Naykel Cruz no pudo evitar la segunda carrera de la entrada; pero su trabajo fue excelente. El zurdo cubano retiró por su orden a los ocho bateadores que enfrentó durante dos y dos tercios de entrada.
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Reacción de Cuba ante los Dragones de Chunichi
Una combinación matancera logró el empate en la alta de la séptima. Un doblete de Yadir Drake al jardín central frente al relevista Hiroto Mori puso la carrera en posición anotadora. Finalmente terminaría anotando por fly de sacrificio de Ariel Martínez.
Cuba tomó el mando en la novena entrada de forma espectacular con la llamada tanda baja. Dayán García conectó cohete al central; llegó a segunda por un wild pitch del relevista Fujishima y finalmente anotó con hit duro al izquierdo del joven Luis Vicente Mateo, ya con dos outs en la pizarra. Este fue un hit de oro del cienfueguero, a la hora cero.
La novena entrada le correspondió al derecho Franklin Quintana; quien abrió el inning permitiendo hits. Tras un robo de base ponchó a sus dos siguientes rivales, sobre todo con lanzamientos de rompimiento y a su último contrario lo retiró con fácil rollin a su posición.
Los cubanos conectaron nueve imparables por seis sus rivales y al campo cometieron un error. La ofensiva fue en cantidad de incogibles, similar a la del primer partido; pero en esta ocasión ligaron mejor y sobre todo, los lanzadores mostraron una mejor cara.
Sin dudas fue una mejor demostración del equipo cubano, ante un conjunto superior al enfrentado previamente. Ya con la incorporación de nuevas piezas y con el paso de los días, se puede apreciar con mayor exactitud el verdadero potencial de este quipo.