Por Daniel de Malas / danieldemalas@gmail.com
Dos días antes de la inauguración de la Serie Nacional 60 la Confederación de Béisbol y Softball Mundial (WBSC, por sus siglas en inglés) ha dado a conocer que ha comprado los derechos exclusivos de trasmisión de la Serie Nacional fuera del territorio cubano, siendo esta la primera vez que el evento vende oficialmente su imagen.
La noticia ha sido recibida con ciertas dudas, toda vez que la Serie Nacional, la Televisión Cubana y todo lo que existe en Cuba es estatal, o sea el gobierno lo dirige pero su finalidad es brindar un servicio público, por lo que la información (de grandes magnitudes) como es habitual no ha sido reflejada por la prensa cubana.
El conflicto es simple, un movimiento comercial y legal como este, que no debe ser de dos o tres dólares, tendría que ser tan público como el beneficio que brinda.
Teniendo en cuenta que la venta de los derechos de la Serie Nacional no afecta a los ciudadanos en la isla (WBSC/GameTime.Sport es dueña exclusiva de los derechos fuera de Cuba), habría que ver en que beneficia a los cubanos, directa e indirectamente, si es que lo hace.
No esperemos ninguna información extra, como el monto del acuerdo, en que será utilizado para el bien del pueblo, sus interioridades o la duración del mismo, por el secretismo que impera en la isla, aunque lo justo es que la decisiones que incluyen empresas estatales en el mundo sean transparente y públicas, pero bueno, no estamos hablando del mundo, sino de Cuba.
Vale mencionar que la plataforma de la WBSC, GameTime.Sport, es en gran medida desconocida y el acuerdo podría, a largo plazo, mejorar su alcance.
Aún no ha sido anunciado que si las trasmisiones de la Serie Nacional por GameTime.Sport serán gratis, tendrán algún geobloqueo o formaran parte de algún paquete televisivo.
¿Finalmente preguntarse quienes son los dueños de la pelota cubana, que en teoría es estatal? ¿El pueblo?