Por Juan Páez
Los Dodgers de Los Ángeles han confiado por muchos años en el talento cubano. La chequera de la gerencia siempre ha estado abierta cuando se trata de apostar por peloteros saliente de la isla, que aún ni siquiera han jugado béisbol profesional. Pero, al largo plazo, no todo les ha resultado como ellos quisieran.
En Swing Completo hicimos un recuento de cuatro contratos recientes que los Dodgers seguramente desean que no hubiesen puesto sobre la mesa. A fin de cuentas, más de 130 millones de dólares invirtieron en el siguiente cuarteto de peloteros, los que pudieron gastar en uno o dos peloteros que les ayudaran a conseguir la Serie Mundial que nunca ganaron en los últimos años.
La lista, a continuación…
1. Alex Guerrero, octubre de 2013: En un mundo ideal, Guerrero se convertiría en el segunda base titular de los Dodgers, algo que nunca ocurrió. Los californianos le dieron 28 millones de dólares por cuatro temporadas.
El tunero no tardó mucho en debutar en las Grandes Ligas, pero no tuvo éxito. En 2014, su año de estreno, apenas disputó 11 juegos. En 2015, cuando participó en 106 desafíos, vio acción en tercera base, en el jardín izquierdo y, sobre todo, como bateador emergente. Desde esa temporada hizo efectiva la cláusula de su contrato que le permitía rechazar cualquier intento del equipo de enviarlo a las Ligas Menores.
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En junio de 2016, luego de menos de tres años de firmar su contrato, fue despedido por Los Ángeles.
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2. Erisbel Arruebarrena, febrero de 2014: Apenas meses luego del acuerdo con Guerrero, llegó el apretón de manos con Arruebarrena. Este campocorto firmó con los californianos en 2014 por cinco torneos y 25 millones de dólares (con bono incluido de 7.5 millones solo por estampar su rúbrica).
En su carrera, además de mostrar una conducta deplorable que lo llevó a suspensiones y eventual despido, participó solo en 22 duelos en la Gran Carpa y terminó con una línea de .195/.244/.220.
Hoy, Arruebarrena juega con Matanzas, en la Cuba que lo vio nacer.
3. Héctor Olivera, marzo de 2015: El más caro de todos. Este debe ser el primero en la lista. Olivera logró una buena proyección gracias a su buena condición física, a la velocidad en su swing y a su poder, siempre por encima del promedio. Todo esto redundó en brillantes números en Cuba que no pudo trasladar a las Grandes Ligas.
En marzo de 2015, los Dodgers le extendieron un contrato de seis años y 62.5 millones de dólares (con bono incluido de 28 millones). Pero Olivera fue un desastre: no jugó en las Mayores con los californianos y, en cambio, estos lo enviaron en julio de ese mismo año a los Bravos de Atlanta, con quienes debutó casi de inmediato dejando una discreta línea (.253/.310/.405 en 24 juegos).
Olivera se retiró en noviembre de 2017, con solo 32 años de edad. Su último paso por los terrenos fue con los Sugar Land Skeeters, más temprano ese año, en la Liga Independiente Atlantic League.
4. Yadier Álvarez, julio de 2015: Este derecho, hasta hace muy poco, era uno de los mejores prospectos en las granjas de los Dodgers. De hecho, gracias a una tremenda demostración en su primer torneo, pasó a estar entre los mejores 50 prospectos de todas las Grandes Ligas.
Aunque solo tiene 24 años, no ha podido cuajar en las Menores. Pese a su capacidad de ponchar y a su recta, que puede mantenerse en las 98 millas por hora, el descontrol lo ha superado (5.1 BB/9 de por vida en las sucursales).
Sigue sin dar frutos luego de que los Dodgers pagaran por él 32 millones de dólares ($16 millones en su firma y otros $16 millones por excederse en los gastos internacionales).
Yadier, que ha declarado que «se ha portado muy mal», parece como una opción muy lejana ahora para debutar en la MLB y más aún, «ganarse» su salario.