Por Juan Páez
En esta época, los 30 equipos de Grandes Ligas están buscando la mejor manera, según sus circunstancias, de armarse para la próxima temporada de la Gran Carpa. Por eso, movimientos van y movimientos vienen en un receso entre campañas que aún no muestra su parte más emocionante. Es posible que cuando llegue el punto más alto de actividad en la temporada muerta, varios cubanos se vean involucrados en canjes.
En Swing Completo, armamos una lista de los cubanos que podrían ser cambiados hacia otra organización en los próximos meses. Sin más, disfrute…
1) Randy Arozarena, Rays de Tampa Bay
Pareciera que el futuro de Arozarena, al menos a largo plazo, está fuera de Tampa Bay. El cubano sigue jugando a nivel de estrella y es posible que su primer contrato como agente libre (luego de 2026) sea bien lucrativo, factor que podría alejarlo de los Rays. Una razón para pensar esto es que tal club no ofrece contratos multianuales y multimillonarios con mucha frecuencia, además de tener en su nómina el alto salario de Wander Franco y de estar interesado en el costoso jardinero agente libre Brandon Nimmo.
Como mencionamos en el Boletín de Swing Completo hace poco más de un mes, los Rays escucharían ofertas por Arozarena desde esta misma offseason. Lo más interesante para ellos es que Arozarena estará bajo control por cuatro campañas más, por lo que si bien es cierto que no están desesperados en cambiarlo, podrían aprovechar su actual valor para obtener un buen retorno. ¡Ya veremos!
2) Yasmani Grandal, Medias Blancas de Chicago
Grandal será agente libre al finalizar la campaña entrante y también es cierto que tendrá un enorme salario en 2023 (18.25 millones de dólares). Sin embargo, el receptor cubano viene de un año olvidable y los Medias Blancas han mostrado interés en adquirir a otro careta, en específico a Sean Murphy, de los Atléticos de Oakland.
No es descabellado pensar que, si quieren pasar la página con Grandal, acepten pagar gran parte de su último año de contrato y enviarlo a otro equipo antes del inicio de zafra. A fin de cuentas, Grandal (34 años) era considerado uno de los mejores receptores de las Mayores hasta su desastrosa temporada en 2022. Si puede volver a su forma y mantenerse sano en 2023, puede aportar valor a cualquier club.
3) Tres jóvenes cubanos: Morejón, Báez y/o Vargas
Por cómo se ha movido todo recientemente en sus alrededores, pareciera que al menos uno de estos tres jóvenes cubanos podría cambiar de organización bien pronto. Veamos sus casos uno por uno.
Empezando por Adrián Morejón, de los Padres de San Diego, los religiosos vienen de ver marcharse a una buena e importante cantidad de jugadores a la agencia libre. Necesitan ayuda para redondear su roster y aunque han dicho que probarán al zurdo cubano como abridor, no es descabellado pensar que este pueda salir en canje si llega una oferta interesante. Ojo, ya los Padres pensaban incluirlo en el cambio que llevó a Juan Soto de Washington a San Diego.
Su compañero Michel Báez podría ser, incluso, una opción mejor o más prescindible para el club dirigido por Bob Melvin. El espigado derecho no ha lanzado mucho en las Mayores y se terminó de recuperar, en 2022, de una cirugía Tommy John. Pero talento tiene, y de sobra. En su más larga demostración en Grandes Ligas, en 2019, tiró 29.2 innings y dejó efectividad de 3.03, con 28 ponches. Solo tiene 26 años y podría ayudar a cualquier equipo en el bullpen o abriendo juegos.
Pasando a Miguel Antonio Vargas, el joven cubano de 23 años de edad recién cumplidos es una de las joyas de los Dodgers de Los Ángeles. La posibilidad de cambiarlo descansa en que el campocorto Trea Turner y el tercera base Justin Turner (agentes libres) firmen con otros clubes y los Dodgers no quieran entregarle una de las dos posiciones a Vargas para que juegue todos los días. Si van en busca de un antesalista o un campocorto más experimentado por la vía del cambio, Vargas (tercer mejor prospecto de la organización) podría ir de salida.