Eddie Rosario sabe que, después de un muy difícil torneo en el 2022, debe reivindicarse con Atlanta Braves y su afición en la temporada 2023 de las Grandes Ligas. En la jornada de este domingo en el Spring Training, el boricua dio una demostración ofensiva como a su equipo le gustaría ver con mayor frecuencia.
En la victoria de Bravos 8×1 sobre Pittsburgh Pirates, Eddie Rosario dio el batazo que significó la carrera de la diferencia para su conjunto. Fue un inmenso jonrón que se marchó, en solitario, por todo el jardín derecho del CoolToday Park ante los envíos de Colin Holderman, que se alternó en el 2022 entre New York Mets y Piratas.
No solo fue su primer estacazo de vuelta completa de la pretemporada, sino fue el batazo que le permitió a Atlanta ponerse a ganar 2×0 en la parte baja del segundo episodio.
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Eddie Rosario tuvo un año 2022 que no fue en paralelo a lo que es su accionar histórico en su trayectoria como grandeliga. Tuvo problemas en la vista que, incluso, requirieron cirugía y eso le afectó en la mayor parte de la temporada, ofensivamente hablando.
El jardinero puertorriqueño, de 31 años de edad, participó únicamente en 80 desafíos y bateó para pobres promedios de .212/.259/.328, con OPS de .587. Fueron solo 12 dobles, cinco cuadrangulares, 24 fabricadas y 27 carreras anotadas, con 17 boletos y 68 ponches, en 270 apariciones totales al plato.
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Para este año, en el que Eddie Rosario cobrará nueve millones de dólares, Bravos aspiran a que sea protagonista en la ofensiva del club dirigido por Brian Snitker.