Por José Alejandro Rodríguez
El pasado miércoles 3 de marzo en el programa El Show de Swing Completo que se transmite de lunes a viernes a las 8pm, hora de Cuba, en nuestro canal de YouTube Swing Completo Beisbol Cubano , contamos con la agradable visita sorpresiva del estelar camarero capitalino Enrique Díaz.
“La Bala de Centro Habana”, como se le bautizó hace muchos años ya, fue protagonista de una de las carreras deportivas más longevas y completas para un pelotero cubano en cualquier época, además de adueñarse de varias marcas para el equipo Industriales y el la pelota en Cuba de forma general.
Enriquito compartió con los seguidores del canal durante casi media hora del show, con una conversación amena y una palabra precisa. Comenzó su intervención felicitando el trabajo realizado por Swing Completo a lo largo de todos sus años de existencia, además de elogiar al programa en particular y los temas que en él se tratan diariamente.
Considerando que Enriquito fue capitán del equipo de Metropolitanos durante varias temporadas, fue interrogado en el show sobre la desaparición de ese conjunto de las Series Nacionales, así como de los problemas que sufre hoy en día el beisbol en la capital y en Cuba en general.
Sobre estos temas, el pelotero expresó:
«Uno de los más grandes errores que se ha cometido en la pelota cubana fue eliminar a lo Metros. Uno de los tantos en el béisbol de Cuba. No fue solo una equivocación que trajo consecuencias para la capital, sino para el béisbol cubano en general».
«Muchos peloteros jóvenes, de momento, ya no tenían donde jugar. Algunos se fueron a otras provincias, pero otros decidieron irse del país a jugar en Grandes Ligas. Ahí fue donde apareció ese deseo. Nadie deja su familia tan joven para buscar llegar a Grandes Ligas, pero casi los obligaron».
«Y no solo fueron peloteros de La Habana, se escaparon muchos talentos de todas las provincias. La gente habla de que el béisbol en Cuba ha decaído, pero no es cierto. Muchos jóvenes han salido de Cuba en busca de un mejor futuro».
«Antes se iban unos pocos. Un pelotero u otro aislado. Ahora se va cualquiera, desde las categorías inferiores. Así es muy difícil que un béisbol tenga calidad, así es muy muy difícil».
«Yo estuve en Metros más de 15 años y ese equipo fue todo para mí. Yo le entregué todo de mí a ese equipo y me dolió que lo eliminaran de la serie. Siempre tuvimos una esperanza de que las cosas no fueran así y de hecho nos mantuvimos entrando todos los días hasta que dieron la noticia. Yo ya tenía decidido que no iba a jugar más beisbol, pues no me iba a ir para otra provincia ni tampoco era el momento de regresar con Industriales».
«Eso fue algo muy doloroso y que afectó mucho al beisbol capitalino. Muchos peloteros que aspiraban a jugar con los Metros pero que sabían no estarían en Industriales, se esforzaban mucho en el Campeonato Provincial. Pero al desaparecer Metropolitanos, ya ni siquiera jugaban porque no tenían ningún tipo de interés».
«Lo dije en una entrevista a la televisión cubana: eso fue un error muy grande que se cometió y que perjudicó al beisbol en la capital y en Cuba entera», concluyó Enriquito.
Luego de las palabras del pelotero, el colega Daniel de Malas aprovechó la oportunidad y el contexto de la conversación para compartir una anécdota sobre el tema.
«El día que se decide eliminar a Metropolitanos de la Serie Nacional, los jugadores estaban entrenando en el estadio Changa Mederos y nadie tuvo la delicadeza de informarles que ya su equipo no existía. Nadie dio la cara ni fueron a decirles nada. La decisión se tomó y ni siquiera les avisaron», cuenta De Malas.
«Ese día, el propio Enriquito fue a la COCO (emisora de la capital donde trabajaba de Malas en aquel entonces) a hablar del tema en el programa Tribuna Deportiva. Al llegar yo a la emisora, encontré una carta que decía: “No se puede criticar al aire la decisión de eliminar a los Metros de la serie”, lo cual provocó que yo renunciara en ese momento a mi puesto de trabajo pues no me parecía correcto censurar un tema tan importante. Enriquito me dio un abrazo tan grande que todavía lo siento», concluyó de Malas.