Por Milena Silva
En medio de una ola de escapes y bajas pedidas, nos llega la noticia de que el béisbol es declarado Patrimonio Cultural de la Nación Cubana.
No sé si sentí ganas de llorar o de reír. De llorar, por lo que es obvio. Y de reír, por lo que también lo es.
Un béisbol, que nos enseñaron en Historia (y hasta en un muñequito), que tiene sus antecedentes hace más de 500 años en los aborígenes, viene a ser oficialmente autentificado como parte de la cultura cubana en su peor momento:
• Cuando apenas un escaso porciento de la población cubana habla de béisbol.
• Cuando en la televisión vemos más noticias, partidos, seguimiento de ligas internacionales, películas, y hasta espacios dedicados a los niños, que hablan más de fútbol que de béisbol.
• Cuando los niños y jóvenes se saben la vida y obra de Messi, CR7, Lewandowski, Benzema,
Ibra, Neymar o Mbappé, y no conocen a Pito, Yuli, Luis Robert, Arozarena o a Yordan, si no tienen dinero para comprar un paquete de datos y conectarse a internet.
• Cuando en la calle te tropiezas con cualquier artefacto que sirve como portería y no con un juego de 4 esquinas o un taco.
• Cuando escuchas que tu vecinito mandó a pedir una camiseta del Real Madrid, o pagó una pila de pesos por una del Barça, y no sabe de qué color son las del equipo Matanzas o Cienfuegos.
• Cuando los estadios no se encienden de noche.
• Cuando los niños y adolescentes están practicando en los terrenos pensando en viajar a una academia en República Dominicana a tratar de ser firmados en Las Mayores , y no en tratar de llegar a la Serie Nacional para ser como Linares, Pacheco , Kindelán o Bayiyo.
• Cuando ni siquiera apareció una unidad de control remoto capaz de transmitir en vivo el acto en que se declara Patrimonio Cultural Cubano al deporte de las bolas y los strikes.
• Cuando cada día tienen menos calidad y gusto estético dichos actos.
• Cuando las glorias del béisbol que ya se retiraron viven en su gran mayoría en condiciones precarias y en absoluto olvido.
• Cuando cada vez se aleja más la fecha del último torneo internacional que Cuba ganó.
Así recibimos tal declaración. Les repito…no sé si reír o llorar.