Por Andy Lans
«No pienso en el retiro todavía. Tengo fuerzas para ayudar a mi equipo». Así reacciona Danny Betancourt cuando es cuestionado acerca de su adiós a los diamantes beisboleros.
El diestro lanzador, de 39 abriles y 20 Series Nacionales, obtuvo siete victorias para las Avispas de Santiago de Cuba en la temporada 2019-2020. A pesar de sus ocho derrotas, promedio de limpias (PCL) de 4,69, 46 ponches y 41 boletos en 96 entradas de actuación; hablar de Danny Betancourt Chacón es evocar a uno de los más excelsos serpentineros cubanos de las dos últimas décadas.
A lo largo de su carrera deportiva, Danny Betancourt acumula 1882.2 entradas lanzadas en 370 apariciones durante nuestros clásicos domésticos. Según las estadísticas del sabermétrico santiaguero Yasser Vázquez, sus 142 triunfos constituyen el tercer mejor saldo para los lanzadores activos en Cuba, solo superado por Jonder Martínez (191) y Yoalkis Cruz (151).
A Danny le batean de por vida para 259, ha ponchado a mil 174 rivales y ha regalado 821 bases. Su PCL general permanece en 3,85. Unas 18 lechadas y 104 derrotas completan sus estadísticas.
«Santiago era un equipo lleno de estrellas. Me acogieron perfectamente. Pude adaptarme a ellos y no los hice quedar mal», rememora el estelar indómito sus comienzos al más alto nivel en Cuba.
Aunque debutó en la campaña 2000-2001, no fue hasta dos temporadas después que alcanzó su plenitud. En aquella Serie 43, Danny ganó 12 encuentros y perdió cuatro, terminó con efectividad de 2,10 (la más baja de su vida), al tiempo que abanicó a 101 oponentes en 128.2 entradas. Repartió 48 boletos y exhibió un WHIP de 1.14.
«Mi preparación y mi entrega propiciaron esos resultados. Ya todos esperaban ese salto mío», acotó en referencia a su momento de consagración.
En los Juegos Olímpicos Atenas 2004, Danny Betancourt realizó su debut internacional. En tierras griegas trabajó para 3,46 en 13 innings. Solo le conectaron para 116 producto de cinco imparables por parte de los 43 bateadores enfrentados, de los cuales ponchó a 12. Cosechó una victoria y salvó par de desafíos, incluida la final contra Australia en la que Cuba se llevó la victoria 6×2.
Otra muestra de su coraje con el uniforme de las cuatro letras representó su demostración en la Copa Mundial Holanda 2005. En la nación de los tulipanes, Danny Betancourt ganó par de encuentros y salvó otro. Retiró por la vía de los strikes a 26 bateadores en 14.3 entradas. Al tolerar tres limpias, su PCL concluyó en 1,84. En la pugna por el título, Danny le lanzó 7.1 episodios a Corea del Sur; el santiaguero no permitió carreras, le ligaron cuatro hits y abanicó a ocho coreanos. Pedro Luis Lazo culminó su labor, y Cuba se bañó en oro.
Con tan buen aval en el Cuba, Danny Betancourt no asistió al Clásico Mundial de 2006: «Una lesión me impidió participar en esa competencia», confirma. En la edición de 2009, utilizaron al “as” de Santiago en cuatro outs nada más.
Cuando muchos pensaban que Danny estaba acabado, apareció en el III Clásico Mundial en 2013 para rubricar un torneo excepcional. En 10.2 capítulos, Betancourt conservó su PCL en 0,00. Propinó 11 ponches y consiguió dos victorias, la más sonada contra China Taipéi en segunda ronda. Danny blanqueó a los asiáticos en el K.O. de Cuba 14×0.
«Víctor Mesa confiaba en mí, por eso lancé bien. Lamentablemente, no pasamos a la siguiente fase», recordó el dorsal 55 de las Avispas.
A propósito de Víctor Mesa, Danny anheló jugar definitivamente con él en Matanzas: «En ese momento no integré el plantel de Santiago, pero al final, todo volvió a la normalidad, el profe Víctor me abrió las puertas.»
A pesar de la rivalidad con Industriales, al indómito le tocó reforzar a los Azules en la Serie 54: «La mayoría de los peloteros cubanos desearían vestir esa camiseta. A mí y a Alberto Bisset nos llegó la oportunidad. Sé que en La Habana quedaron satisfechos con nuestra actuación.»
Danny Betancourt se ha proclamado campeón con las Avispas en cuatro ocasiones. Sin embargo, en los últimos años, el recambio generacional en el conjunto santiaguero, unido a las numerosas salidas del país, ha mellado el regreso de Santiago de Cuba a los planos estelares del béisbol cubano.
No obstante, en la LIX Serie Nacional, los pupilos de Eriberto Rosales dejaron mejores sensaciones con su quinto lugar: «Contamos con una plantilla joven que cambia constantemente. Este año dimos un paso de avance. Considero que en la próxima campaña vendrá el repunte de este gran elenco», concluyó.