HABLAN LOS NÚMEROS: ¿Mereció Equipo Cuba estar entre los 4 MEJORES del Clásico Mundial?

Tras la derrota 14×2 del Equipo Cuba ante los Estados Unidos, se alimentó una polémica sobre la realidad del resultado obtenido: semifinalista en el V Clásico Mundial de Béisbol.

Para entender si la actuación de los cubanos fue tan exitosa como la «venden» las autoridades de la isla, es necesario analizar algunas de las variables estadísticas que les permitió llegar a la fase de privilegio en Miami.

Realidades del Equipo Cuba sobre la mesa

Antes, lo primero importante a destacar es que Cuba fue incluido en uno de los dos grupos que jugaron en Asia. Específicamente en el A, que tuvo su sede en Taiwán, donde también jugaron Países Bajos, Italia, Panamá y el local.

Según el criterio de muchos de los entendidos en el tema, la selección caribeña estuvo presente en uno de los grupos más «fáciles» del torneo. Lo que no significa que fue reñido, y tal idea se traduce en las victorias y derrotas de las cinco escuadras; todas terminaron con 2-2.

Luego, gracias a que sucedieron todas las combinaciones posibles para que Cuba avanzara en el primer puesto de su apartado, evitó al rival más difícil que podía encontrar antes de llegar a las semifinales: Japón. En la primera ronda de eliminación directa, los cubanos enfrentaron a Australia y lograron un cerrada victoria que les dio boleto para viajar a las semifinales de Miami.

En el LoanDepot Park de Miami Marlins, enfrentaron a la selección de Estados Unidos (para muchos favorita precompetencia) y tuvieron su primer y único «baño» de realidad, que terminó con un marcador de nocaut y una superioridad manifiesta por parte de los norteamericanos.

Estadísticas ofensivas

El equipo antillano hasta la conclusión de las semifinales con el duelo entre Japón y México fue el líder entre los 20 equipos con 64 inatrapables. Además, fue el segundo en biangulares (13), sexto en carreras (31) y séptimo en anotadas con igual número. Asimismo, fue sexto en bases por bolas recibidas (22) y lugar 17 en ponches (31).

Los bateadores del Equipo Cuba comenzaron con los maderos «dormidos», pero con el calor de la competencia empezaron a producir a la altura de lo que se podía esperar de jugadores con experiencia al más alto nivel. Uno de los aspectos que más se le criticó a otras selecciones nacionales fue el de no tener paciencia en el «home plate». En este caso, los antillanos mostraron mayor criterio para discriminar envíos en el plato, lo que se tradujo en cerca de cuatro boletos de libre tránsitos recibidos por desafíos.

Igual de notable fue su promedio ofensivo de Cuba, el cual quedó .311, siendo el cuarto mejor del campeonato. Su promedio de embasado (OBP) fue de .382 y le permitió quedar entre los seis mejores del campeonato. En tanto, más discreto fue su slugging, que mide el promedio de batazos de larga distancia: .413, décimo entre los conjuntos participantes. En esa estadística influyó directamente la cantidad de jonrones conectados; solo dos. Uno Erisbel Arruebarrena y otro del antesalista de Chicago White Sox, Yoan Moncada.

Una pregunta

Después de revisar estas estadísticas. De entender que el rendimiento ofensivo del Equipo Cuba creció con el desarrollo de la competencia. Que los lanzadores que enfrentó eran inferiores a los de otros grupos, solo queda una pregunta. ¿Mereció el equipo antillano llegar hasta la fase semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol? Los leemos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio