Por Jerry Díaz/ @Jerryto94
La Serie Nacional es un torneo de béisbol que se ha convertido en un cúmulo de sinsentidos y aberraciones de todo tipo. Muchas ocurren dentro del terreno, pero las más importantes y evitables se dan fuera de este, desde un reglamento estalinista hasta la falta de condiciones básicas en pleno año 2022.
Esta mañana supimos de otro desagradable evento, esta vez en Matanzas y con el equipo Santiago de Cuba como afectado. Los peloteros de las Avispas se alojaron en el Hotel Canimao para su descanso antes de la serie de fin de semana frente a los Cocodrilos.
En la instalación no hay fluido eléctrico ni de agua desde las 10 de la noche del viernes y hasta la mañana de este sábado continuaba la misma situación. Los mosquitos y la consecuente falta de higiene no han permitido descansar debidamente a los jugadores mientras el conjunto de Matanzas está en Varadero sin ningún tipo de percances relevantes. Aún así, el partido se va a efectuar.
Ha trascendido la información de que lo ocurrido fue que reventaron unos tranformadores por la zona, pero tampoco se decidió cambiar de hotel al equipo Santiago. Muchos aficionados piden que, como el conjunto local, alojen a los visitantes en Varadero.
Más allá del agravio competitivo que es consecuencia inevitable en estos casos pues el conjunto afectado siempre va a jugar en inferioridad de condiciones, el hecho es una gota más en una copa gigante de infortunios que es la Serie Nacional.
Si la situación ya es de mal gusto, peor es saber que el reglamento prohíbe a los jugadores siquiera pronunciarse en sus redes sociales. El simple hecho de tomar una foto y postearla puede ser castigado con varios partidos de suspensión.
Recordemos que Edilse Silva fue suspendido en plena postemporada 2021 por solo publicar la foto de la cajita de comida que le dieron en Sancti Spíritus sin haber criticado dicha comida. O recientemente el castigo impuesto a Andrés Hernández por enviar un video a una página deportiva no permitida por la Comisión Nacional.
La prensa denuncia pero hasta que los peloteros no se planten seguirán sucediendo cosas así.